Babelsberg hace realidad el futuro del cine

Al igual que las anteriores películas de la serie Matrix, la cuarta entrega de la superproducción de ciencia ficción es todo un espectáculo visual. En algunas escenas de lucha, las caras de dos personajes de la película se transforman en una transición fluida; a veces, la cámara se aleja tanto de la imagen que hace visible el espacio más allá del borde del encuadre. Tales efectos espectaculares son posibles gracias a la inteligencia artificial, como la que se está empleando cada vez más en los estudios cinematográficos de la película, los estudios Babelsberg de Potsdam. Desde su creación en 1912, son los segundos grandes estudios cinematográficos más antiguo del mundo y el mayor de Europa. En la actualidad está considerado uno de los principales emplazamientos internacionales de producción cinematográfica de efectos visuales (VFX).  

¿Cómo se emplea la IA en el cine?  

En los efectos especiales de Matrix también ha participado la empresa alemana Volucap. En 2018, la empresa inauguró en Babelsberg el primer estudio volumétrico de Europa. En una sala cilíndrica, 42 cámaras de alta resolución perimetrales filman a los actores desde todos los ángulos, permitiendo crear así una imagen tridimensional detallada. En un sólo minuto de grabación se generan 3 terabytes de datos. La inteligencia artificial permite integrar a una persona escaneada de este modo en cualquier película. Las condiciones de iluminación, los desplazamientos de la cámara y los escenarios se pueden personalizar flexiblemente. Estos personajes digitales, conocidos como Volucaps, se venden ahora incluso en catálogos online como Renderpeople. En la actualidad ya se están utilizando como extras en determinadas escenas. 

¿Serán sustituidos los actores por la IA? 

Esto es algo que la industria cinematográfica ve con ojos críticos y que ha provocado, entre otras cosas, protestas de cineastas en Hollywood en 2023. Para el gerente de Volucap, Sven Bliedung von der Heide, esto tiene el potencial para una democratización de la industria cinematográfica. El empresario de medios de comunicación estima en hasta un 60% el potencial de ahorro que ofrece la IA. Según el empresario, “si puedo prescindir de un departamento de efectos visuales, porque puedo crear sofisticados efectos simplemente mediante introducción de texto, entonces seré capaz de contar historias mucho más grandes con una pequeña producción, sin necesidad de un gran presupuesto”. Otra posibilidad fascinante: los actores cuentan con un doble digital creado para ellos. “En el futuro, un actor mayor podrá meterse sin ningún problema en el papel de su otro Yo más joven”, afirma Bliedung von der Heide. 

¿Matrix sin Keanu Reeves? 

Incluso eso sería posible: cabe la posibilidad de que una película o serie continúe aunque la actriz o el actor ya no participen en ella. Aunque el propio Keanu Reeves decidiera no participar en la saga de Matrix, sus fans no tendrían por qué prescindir de él. En lugar de un Reeves de carne y hueso, en la pantalla aparecería su doble digital como Neo.