La economía en Alemania

¿Por qué es tan sólida la economía alemana? ¿Por qué es tan alto el producto nacional bruto alemán? Aquí encontrarás todas las respuestas a tus preguntas y más información sobre la capacidad económica alemana.

Alemania es una importante nación exportadora, pero las exportaciones no son todo. Aquí te explicamos por qué se considera a Alemania un país desarrollado, qué tipo de economía tiene Alemania y qué factores contribuyen a la solidez de la economía alemana. La industria alemana desempeña un importante papel. Con una participación del 26,6 % en el valor añadido de la economía, la industria de Alemania es la que más aporta entre todos los países del G7. Los sectores más fuertes son los de la fabricación de automóviles, la industria eléctrica, la construcción de máquinas y la industria química. Alemania forma parte de las tres naciones exportadoras más importantes del mundo junto con China y EE. UU. En 2022, Alemania exportó bienes por un valor de 1 576 000 millones de euros. La tasa de exportación se halló alrededor del 50,3 %. Sin embargo, la mayor fortaleza de Alemania está en otro sitio: el corazón de la economía alemana late en las pymes. Este grupo representa el 99,6 % de las empresas de Alemania con un volumen de ventas anual por debajo de los 50 millones de euros y menos de 500 trabajadores. Casi 1000 de ellas se consideran “hidden champions”, es decir líderes mundiales del mercado poco conocidos para el público en general.

En Alemania, la industria realiza una importante contribución al rendimiento económico y, de este modo, constituye la base para el crecimiento y el bienestar (en una medida mucho mayor que en otros países industrializados). Cuatro industrias dominan el sector manufacturero por volumen de ventas y cantidad de personal: la fabricación de vehículos, la construcción de máquinas, la industria química y la industria eléctrica. Hay varias empresas con una amplia tradición y una reputación mundial dentro de estos ámbitos, como Mercedes-Benz, Siemens, BASF o Bosch. Sin embargo, también hay nuevas empresas con un éxito extraordinario, como la farmacéutica Biontech que fue una de las pocas empresas que pudo lanzar al mercado una vacuna contra el coronavirus de alta eficacia.

Las innovaciones de la actualidad dan forma al mundo del mañana. Por eso, la potente e innovadora economía forma parte de las mayores fortalezas de Alemania. En Europa, se trata del país con el mayor número de solicitudes de patentes y a nivel mundial se encuentra en el quinto puesto. Las startups son muy importantes en Alemania: la ciudad de Berlín se considera uno de los ecosistemas de startups más importantes del planeta. El poder de innovación de las startups es muy importante también para el futuro de la industria. En este marco, la investigación, la digitalización y la inteligencia artificial tienen gran relevancia.

Si se mide por la importancia del comercio exterior dentro del producto interior bruto (PIB), Alemania es la economía de mayor apertura de las del G7. La importancia relativa del comercio exterior se halla alrededor del 98,6 %, esto es la suma de las importaciones y exportaciones en relación con el PIB. Alemania vive del intercambio libre entre los países, lo promueve, y aboga por relaciones abiertas y con igualdad de derechos y condiciones con todos los países. Alemania forma parte de las tres mayores naciones exportadoras del mundo junto con China y EE. UU.

El uso de inteligencia artificial constituye un avance determinante para la digitalización. Con sus amplios consorcios de investigación, como la Sociedad Fraunhofer con sus estudios orientados a la práctica y la aplicación, Alemania es una de las naciones líderes, por ejemplo, en el tema del empleo de inteligencia artificial y del aprendizaje automático en la producción industrial. El concepto de la “Industria 4.0” describe la cuarta revolución industrial, cuya imagen ideal es la de una “fábrica inteligente” (Smart Factory) integrada, guiada por datos y con el apoyo de la IA.

El cambio climático constituye una amenaza tan importante para el bienestar y el crecimiento que solo una economía sostenible puede tener futuro. Esto se aplica también a la industria y, de este modo, en particular, a los países industrializados que dependen de la energía como Alemania. Sin embargo, en cierta medida también gracias a la Estrategia Alemana de Sostenibilidad (DNS, por sus siglas en alemán) del Gobierno federal, las empresas industriales de Alemania ya están asumiendo un liderazgo a nivel internacional en este sentido con sus tecnologías eficientes desde la perspectiva energética y del consumo de recursos, así como con un menor índice de contaminación. En la actualidad, alrededor de la mitad de la energía se genera a partir de fuentes renovables. Con la transición energética, Alemania realiza un aporte activo al combate del cambio climático y a la aplicación del Acuerdo de París. El objetivo es alcanzar la neutralidad climática antes del año 2050. Porque la protección del clima y la sostenibilidad son inseparables si queremos cuidar nuestro planeta.

Las innovaciones ayudan a las personas. Esto resulta evidente, en particular, en la industria sanitaria. Sin una investigación fuerte, las vacunas contra el coronavirus nunca se habrían podido desarrollar en tan poco tiempo. Y sin una industria flexible, nunca se habrían podido producir tantos millones de dosis en unas pocas semanas. Las fortalezas de la industria sanitaria alemana van desde la investigación de medicamentos a su producción, así como desde la técnica de laboratorio a la tecnología médica precisa.

La tecnología médica es una de las principales fuentes de exportación de Alemania. Con un porcentaje superior al 25 %, Alemania es el fabricante de tecnología médica más importante de Europa. A su vez, dentro de Alemania, el estado federado de Baden-Wurtemberg es el más relevante con más del 25 % de la producción. Allí se encuentra también la pequeña ciudad de Tuttlingen con 35 000 habitantes, el centro mundial de la tecnología médica.

La base de una economía productiva y altamente tecnologizada son los trabajadores bien formados. Por eso, en Alemania hay 324 formaciones profesionales en el ámbito industrial y los oficios, en el sector público, la economía doméstica, la agricultura, el sector marítimo y las “profesiones libres”. Estas profesiones poseen formaciones establecidas que finalizan con evaluaciones pertinentes. La formación se lleva a cabo tanto dentro de las empresas como fuera, y, en parte, también en la escuela profesional con clases técnicas y generales: así es como funciona el mundialmente conocido sistema dual de formación profesional. De esta manera, se transmiten todas las habilidades necesarias para una profesión y los aprendices obtienen las bases para una carrera profesional versátil. El éxito del sistema dual es tan grande que ya muchos países lo han adoptado.

La economía alemana es una de las más importantes y estables del mundo. Sin embargo, desde hace años posee numerosas vacantes que no pueden cubrirse. Además, el cambio demográfico con una población que, en promedio, es cada vez más mayor agudiza aún más la falta de personal cualificado. Por eso, Alemania depende de la inmigración de personal cualificado y, al mismo tiempo, es un país atractivo para trabajadores de todo el mundo.

Un entorno laboral tolerante y diverso es la base de un trabajo productivo y con futuro. En este sentido, son importantes los horarios de trabajo flexibles, los puestos a la medida de los trabajadores y otros desarrollos resumidos con el concepto Nuevo Trabajo. Las empresas alemanas son tan avanzadas y orientadas al futuro en estos ámbitos como con las innovaciones tecnológicas.

Más de 3.500 empleadores, entre empresas privadas e instituciones públicas, con 13,4 millones de personas empleadas en total, se han unido para crear la asociación “Carta de la Diversidad”. Su objetivo: implementar la igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo.

Más información, aquí: Carta de la Diversidad.

El PIB equivale a la totalidad de los bienes y servicios producidos en una economía. Gracias a su sólida economía, Alemania es el cuarto país con mayor PIB del mundo solo detrás de EE. UU., China y Japón. En el PIB, se incluye todo lo producido en un determinado periodo de tiempo. Además, se añade el valor de los servicios, los gastos de los consumidores, las inversiones en obras y las inversiones de empresas, por ejemplo, en máquinas y vehículos. En este marco, se contemplan todos los ámbitos económicos. Otro componente son las denominadas “exportaciones netas”, es decir la diferencia de lo que las empresas venden al extranjero (exportaciones) y lo que compran allí (importaciones).

Varios millones de personas en el mundo se encuentran en situaciones de emergencia debido a que no se paga bien en sus trabajos. Con frecuencia, además, no se respetan los estándares sociales mínimos ni los derechos humanos, como, por ejemplo, la prohibición del trabajo forzoso y del trabajo infantil. Alemania se ha establecido como objetivo político que la economía mundial sea más justa. Así, ha asumido su compromiso con el Plan nacional de acción para la economía y los derechos humanos (NAP, por sus siglas en alemán) y obliga a las empresas a respetar ciertos estándares mínimos dentro de su ámbito de influencia a través de la Ley sobre la cadena de suministro.

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