Estabilidad en lugar de división
El politólogo Jürgen Falter habla sobre la campaña electoral para el Bundestag, el sistema alemán de partidos y las tendencias de opinión regionales
Sr. profesor Falter, medios de comunicación estadounidenses y británicos han descrito recientemente la campaña electoral en Alemania como de poco excitante. ¿Es esto algo típicamente alemán?
No. En el pasado hemos tenido campañas mucho más fogosas. El tenor de la campaña depende en última instancia de los adversarios electorales y de sus temperamentos. El canciller Helmut Schmidt y su competidor Franz Josef Strauß, por ejemplo, eran mucho más efusivos que Angela Merkel y Martin Schulz. Hay que ver que no se espera una carrera de final ajustado entre los partidos de los dos principales candidatos. Además, no se nota una división en la sociedad en Alemania como existe en la actualidad en Estados Unidos. Los alemanes en general están relativamente satisfechos con la situación económica y se sienten comparativamente bien protegidos por el sistema de economía social de mercado. Esto, sumado naturalmente a la horrenda experiencia del nacionalsocialismo, impide el éxito de campañas y partidos populistas.
¿Qué diferencias regionales caracterizan las conductas electorales en Alemania?
Siguen existiendo sobre todo diferencias entre alemanes del sur y del norte. Los alemanes del sur están en general más felices con sus vidas y su situación económica y eligen partidos más conservadores. Las diferencias entre los alemanes orientales y occidentales se han reducido notablemente. Especialmente porque los alemanes orientales más jóvenes se han criado en la Alemania reunificada, y ya no están influidos por la RDA.
En Alemania no existen rupturas sociales importantes que puedan generar una fragmentación del panorama de partidos.
¿Cuáles son las peculiaridades del sistema de partidos alemán?
Pese a todas las diferenciaciones de los últimos años, en comparación con otros países, el sistema de partidos alemanes continúa siendo notablemente compacto. Esto aun más en un país con un sistema de votación proporcional, en el que los partidos obtienen bancas en el parlamento en función del número de votos. En Alemania, no existen rupturas sociales importantes que puedan generar una fragmentación del panorama de partidos. En esto también desempeña un papel importante la barrera del cinco por ciento, que tienen que superar los partidos para acceder al Bundestag.
Usted es considerado uno de los más prestigiosos investigadores de partidos y experto en procesos electorales. ¿Cómo obtiene usted los resultados de sus estudios?
Por un lado, por supuesto, a través de detallados análisis e investigaciones. Me baso aquí en mi experiencia de décadas de investigación sobre elecciones y partidos, y en mis numerosas publicaciones científicas y conferencias. Gracias a mi labor, he conocido personalmente a la mayoría de los más importantes políticos del país. Así pude recabar impresiones auténticas de la práctica política, sin ser yo mismo político. Con el fin de seguir de cerca los acontecimientos de actualidad, leo casi todos los periódicos alemanes. Y siempre estoy buscando el diálogo con ciudadanos para evaluar mejor las tendencias de opinión en Alemania.
