El festivo más importante

El 3 de octubre, el este y el oeste de Alemania celebran la reunificación.

Durante la noche del 22 al 23 de agosto de 1990, en una sesión especial histórica, la décima legislatura de la Cámara Popular de la RDA promulgó la resolución de unirse a la República Federal de Alemania según el artículo 23 de la Ley Fundamental y, de este modo, pasar a ser parte de la unidad federal de Alemania. Tras diversas negociaciones y la preparación para la reunificación, el momento llegó el 3 de octubre de 1990, cuando la RDA dejó de existir de manera oficial. A partir de ese momento, en esa fecha comenzó a celebrarse el Día de la Unidad Alemana que se convirtió en festivo por ley.

Entre la caída del muro y la reunificación transcurrió casi un año.

La caída del muro que dividió al este y al oeste de Berlín durante 28 años se había producido ya el 9 de noviembre de 1989. La frontera se abrió tras meses de protestas de ciudadanas y ciudadanos de la antigua RDA. Esta caída del muro allanó el camino para la unidad alemana casi un año después. En la actualidad, los historiadores consideran la reunificación como el resultado de una revolución pacífica. El festivo representa tanto los sucesos de 1989 como el éxito del proceso de reunificación el siguiente año.

Sarrebruck: el anfitrión de la celebración de la unidad en 2025

Las celebraciones centrales del Día de la Unidad Alemana se realizan cada año en un estado federado distinto. En 2025, los eventos oficiales tendrán lugar en Sarre: desde el 2 al 4 de octubre, el centro urbano de Sarrebruck se convertirá en un espacio de celebración con escenarios y exposiciones. Un fuerte símbolo para el estado federado en la frontera con Francia y Luxemburgo que ingresó a la República Federal recién en 1957. Al mismo tiempo, también se celebrará en otras ciudades con fiestas, exposiciones y eventos, en particular, en Berlín, en torno a la Puerta de Brandeburgo.

El este de Alemania continúa en el centro de la economía y la sociedad

Tras 35 años de la reunificación, la atención sigue centrándose particularmente en el este. Los antiguos estados federados “nuevos” enfrentan un cambio estructural como pocas regiones y, al mismo tiempo, son el destino de grandes inversiones para el futuro. Cada vez más grupos empresariales internacionales apuestan por la región: Tesla está produciendo en Grünheide en Brandeburgo, mientras que el fabricante de chips de Taiwán TSMC está invirtiendo en Dresde.

Además, con el parque químico de Bitterfeld-Wolfen y el centro de tecnología punta “Silicon Saxony”, el este de Alemania continúa atrayendo inversiones por miles de millones. De este modo, el este ha dejado de ser hace tiempo solo una “región en recuperación” para convertirse en una sede del futuro con importancia internacional.