“Veo muchas oportunidades, pero también necesidad de actualización”

Sra. Linnenbaum, como joven directora de éxito, ¿cómo valora la situación de los jóvenes cineastas en Alemania?
Es una pregunta difícil, ya que la industria no es algo constante y está sometida a grandes fluctuaciones. Por lo general, Alemania ofrece muchas oportunidades para hacerse un hueco en la industria cinematográfica, pero éstas difieren mucho según el departamento, el puesto o si se desea trabajar en la televisión o en el cine. Además, en la actualidad la industria sigue siendo bastante homogénea en muchos ámbitos, pero esto se está fragmentando gradualmente desde diversos flancos.

¿A qué retos se enfrentan los jóvenes cineastas en Alemania?
Esta es una cuestión cuasi política. El panorama cinematográfico alemán está inmerso en un debate permanente sobre lo que significan exactamente la cultura y el éxito cultural. ¿Hablamos de rentabilidad o de brillantez artística? ¿Se pueden conciliar ambos? ¿Es posible medir el valor artístico? ¿Está permitido siquiera? En mi opinión, creo que la estructura del panorama productivo alemán es a la vez una red de seguridad y una correa. Caracterizado por cadenas, subvenciones y ahora también streamers, ofrece un amplio abanico de posibilidades. Esto se traduce en incertidumbres, dependencias, burocracia, disputas, pero también implica grandes oportunidades.  Es necesario ponerse al día en cuestiones como la sostenibilidad (social), la diversidad y un mayor enfoque en la calidad artística. 

¿Qué temas son especialmente relevantes en el panorama cinematográfico alemán actual? ¿Qué le viene a la cabeza cuando escucha los términos “cine alemán” o “cinematografía alemana”?
He de admitir que en este ámbito me siento un poco cegada y quizá tenga una visión demasiado crítica de las películas que se hacen en mi propio país. Tengo la impresión de que el cine alemán se mira muy a menudo el ombligo, tiene una visión privilegiada de los pequeños detalles. Y con ello no quiero decir que todas las películas deban tratar sobre la guerra o enfermedades mortales. Y es que precisamente la autorreferencialidad permite una posición económica razonablemente segura. Y esta, a su vez, constituye la base perfecta para ampliar los límites existentes para concienciarse y combatir las desigualdades estructurales en nuestra industria. Esto, a su vez, permite abordar cuestiones sociales relevantes y establecer nuevas formas narrativas. Me alegro por todas las películas alemanas que persiguen tales objetivos. 

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Sophie Linnenbaum (Alemania, edad 38) es directora de cine, guionista, dramaturga y productora cinematográfica en Berlín. Sus cortometrajes han sido exhibidos en numerosos festivales nacionales e internacionales.