Disfrute cinematográfico sostenible

Ya en 2013, el director, productor y actor Michael Bully Herbig se mostraba preocupado por producir películas de manera sostenible. Para su película “Buddy”, intentó utilizar la menor cantidad posible de recursos y reducir las emisiones de CO2. Se abasteció de productores locales y el equipo trabajó con pinturas biodegradables. En el decorado y el atrezo se empleó material ecológico y en las compras se tuvo en cuenta una producción sostenible. El equipo de catering, que durante el rodaje suministró 11.000 comidas, prescindió en gran parte de vajilla de plástico. Para compensar las emisiones inevitables, como las causadas por las pernoctaciones y los vehículos de producción, Herbig colabora, por ejemplo, en proyectos regionales de sostenibilidad. 

A pesar de los esfuerzos, el rodaje generó unas 400 toneladas de CO2. Parece mucho, pero en comparación con las superproducciones de Hollywood es más bien poco. Estas generan varios miles de toneladas de emisiones de CO2. Por ejemplo, el rodaje del drama de acción “The Day After Tomorrow” supuso la emisión de unas 10.000 toneladas de CO2. Pero al mismo tiempo, la película, estrenada en los cines en 2004, fue también la primera de Hollywood cuyas emisiones se compensaron por completo. El director alemán Roland Emmerich pagó de su propio bolsillo 200.000 dólares estadounidenses en concepto de compensación por el CO2. 

La etiqueta “green motion” para las películas 

En la actualidad, cada vez más cineastas alemanes apuestan por producciones respetuosas con el medio ambiente. El grupo de trabajo “Green Shooting” y la iniciativa Changemakers.film 2022 desarrollaron 22 estándares ecológicos centrales para las producciones audiovisuales en Alemania, como base para la etiqueta cinematográfica “green motion”. Conciernen al empleo de electricidad ecológica, la reutilización de vestuario, pero también a los estándares de pernoctación. La movilidad también es importante: si el desplazamiento dura menos de cinco horas, debe utilizarse el tren en lugar del avión. El servicio de catering debe prepararse con alimentos regionales y al menos una vez a la semana se debe prescindir de la carne.  

Desde mediados de 2023, estos estándares son imprescindibles para acceder a la financiación pública de las producciones audiovisuales. Si se cumplen 17 de los 22 requisitos principales, el proyecto obtendrá la etiqueta “green motion”. Esta cifra se elevará a 19 a mediados de 2024.