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150 aniversario de Max y Moritz

Hace 150 años, el ilustrador y escritor alemán Wilhelm Busch creó las travesuras de Max y Moritz, una primera versión del cómic moderno.

22.10.2015
© dpa/Deutsches Museum Für Karikatur - Max and Moritz

“¡Ay, los niños fastidiosos suelen ser los más dañosos!/Max y Moritz, por ejemplo, dos pícaros insidiosos”: con esta frase comienza una de las más famosas narraciones para niños. Los dos pícaros fueron creados hace 150 años por el artista Wilhelm Busch, que en el siglo XIX se contaba entre los más influyentes poetas y dibujantes humorísticos alemanes.

Humor y escalofrío

En siete travesuras, ambos niños aterrorizan a los habitantes de su pueblo: la viuda Bolte, el maestro Lämpel, el sastre Böck, el panadero Meister, el agricultor Mecke y el tío Fritz. Las gallinas de la viuda Bolte mueren por comer cebos envenenados. Más tarde, Max y Moritz roban las gallinas fritas de la sartén. Al sastre Böck lo hacen caminar por un puente semiaserrado y al maestro Lämpel le ponen pólvora en la pipa. En sus sátiras de humor negro, Wilhelm Busch se burla de las malas cualidades de determinados tipos de personas, por ejemplo, la vanidad del pequeñoburgués. Pero también los castigos son draconianos. Luego que ambos caen en un cubo lleno de masa, el panadero los pone a cocer en el horno. Ambos sobreviven abriéndose camino a dentelladas por la corteza del pan. Cuando son descubiertos en su última travesura, en la que cortan con un cuchillo sacos de trigo, el molinero los muele a ambos hasta que solo quedan granos partidos, que son comidos por sus patos. Ese marcial castigo es calificado de adecuado por todos los perjudicados por sus travesuras.

En “Max y Moritz, una historieta en siete travesuras”, el humor y el escalofrío están muy próximos. No puede sorprender entonces que los pedagogos de los tiempos de Bismarck condenaran los dibujos, tildándolos de obra frívola no apta para menores. Eso no hizo mella en su popularidad. Aún en el siglo XIX, el libro fue traducido a diez idiomas, entre ellos el japonés, en 1887. Hoy existen 300 versiones, en sendos idiomas o dialectos, entre ellos el latín y el griego antiguo. Quién fue el autor de la broma o del error de datar la publicación de “Max y Moritz” en el 4 de abril de 1865 no está claro. En todo caso, así figuró durante muchos años en Wikipedia y en Alemania se llegó a celebrar el aniversario ya en primavera. Pero lo cierto es que Wilhelm Busch realizó la xilografía con sus dibujos en agosto de 1865 y la obra fue publicada en octubre de ese año.

Si bien en la obra de Wilhelm Busch las imágenes y el texto están claramente separados, los dinámicos dibujos de “Max y Moritz” bien podrían verse hoy en un cómic moderno. Sin Wilhelm Busch, así lo demuestra una exposición en el Museo Alemán Wilhelm Busch de Caricatura y Dibujo, en Hannover en la primavera de 2015, las tiras cómicas actuales bien podrían verse de manera muy diferente.

www.wilhelm-busch.de

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