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Acelerada transformación mediática

Los medios en Alemania son numerosos, diversos y libres. La digitalización ha desatado una profunda transformación estructural.

13.08.2012
© Thomas Imo/photothek

La libertad de prensa y opinión está garantizada en Alemania y es un bien jurídico anclado en la Constitución. En su artículo 5 se lee: “Toda persona tiene el derecho a expresar y difundir libremente su opinión oralmente, por escrito y a través de la imagen, y de informarse sin trabas en fuentes accesibles a todos. (…) La censura está prohibida”. En el “Press Freedom Index” de la organización no gubernamental “Reporteros sin Fronteras”, Alemania está ubicada en 2015 en el lugar 12 de 180 países. Existen variedad de opiniones y pluralismo de la información. La prensa no es propiedad ni de gobiernos ni de partidos políticos, sino que trabaja en forma de empresas privadas mediáticas. La radiodifusión pública (ARD, ZDF y 
Deutschlandfunk) está organizada siguiendo el modelo británico, en forma de corporaciones de derecho público financiadas con tasas. Es uno de los dos pilares del sistema de medios, basado en el principio dual de componentes privados y públicos, que en esencia permanece inalterado desde la fundación de la República Federal de Alemania, en 1949. La tasa mensual para la radiodifusión es de 17,50 euros por mes desde 2015. En el mercado operan desde 1980 también numerosas emisoras privadas de radio y TV. En 2014 podían sintonizarse en promedio 78 emisoras por hogar. En total existen, incluidos numerosos canales de pago, casi 400 emisoras. 
Los noticieros más importantes son 
“Tagesschau” y “Tagesthemen”, de la emisora ARD; “Heute” y “Heute Journal”, de ZDF, y “RTL aktuell”. Solo en Berlín, una de las diez ciudades mediáticas top del mundo, trabajan 900 corresponsales parlamentarios acreditados y 400 corresponsales internacionales de 60 países.

Parte de la polifónica escena mediática son 329 periódicos, en su mayoría regionales, 20 semanarios y 1.590 revistas (2014). Alemania es, después de China, India, Japón y Estados Unidos, el quinto mayor mercado de publicaciones impresas en todo el mundo. Por día de aparición son vendidos 17,54 millones de periódicos y cinco millones de semanarios y diarios de los domingos (2014). Las publicaciones líderes de circulación nacional, “Süddeutsche Zeitung”, “Frankfurter Allgemeine Zeitung”, “Die Welt”, “Die Zeit”, “taz” y “Handelsblatt”, se caracterizan por un periodismo investigativo, análisis, textos de fondo y numerosos artículos de opinión. El semanario “Der Spiegel”/”Spiegel Online” y el tabloide “Bild” están considerados los medios más citados.

Simultáneamente, el sector atraviesa por un profundo proceso de transformaciones. Los periódicos pierden desde hace 15 años regularmente entre un 1,5 y un 2 por ciento de los ejemplares impresos. Llegan cada vez menos a los lectores jóvenes y se hallan en crisis permanente, debido a la reducción del tiraje y la disminución de la facturación por publicidad. Más de 100 periódicos han introducido barreras de pago, como respuesta a la cultura de la gratuidad en Internet.

La digitalización del mundo de los medios, Internet, el dinámico aumento de los dispositivos móviles y el éxito de los medios ­sociales transformaron profundamente el comportamiento en el uso de medios. Unos 55,6 millones de alemanes mayores de 
14 años (el 79 por ciento) tienen acceso a Internet. Cada usuario de Internet estuvo en ­línea en 2014 unos 5,9 días por semana y 166 minutos por día. Además, más de la mitad de todos los usuarios de Internet es miembro de una comunidad de medios sociales. La revolución digital creó un nuevo concepto de opinión pública; los medios sociales y la blogosfera son el espejo de una sociedad abierta y dialógica, en la que todos pueden participar con su opinión en el discurso público. Aún no está claro si los lugares de coincidencia interactivos conformarán también el fundamento del periodismo digital del futuro. En Alemania, el desarrollo del proyecto de revista online “Krautreporter”, fundada en 2014 como proyecto de “crowd­funding” (micromecenazgo), es seguido con gran atención.