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Homenaje a la haya en el Día del Bosque

Bosque no es igual a bosque: los bosques antiguos de hayas de Alemania son parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO y son un tesoro europeo.

18.03.2019
© picture-alliance/dpa

Su nombre científico es “Fagus sylvatica”: haya común. Durante mucho tiempo dominó el paisaje. Luego de la última era glacial conquistó grandes partes del continente europeo. Las tierras entre el Mediterráneo y el sur de Suecia estaban cubiertas de inmensos bosques de hayas. Sin la intervención del ser humano, seguiría siendo así aún hoy. El bosque de hayas es un ecosistema muy estable. Se renueva lentamente, pero sin pausa.

Debido al desmonte y la roza, sin embargo, con el correr de los siglos ese tipo de bosque fue desapareciendo: una gran pérdida, ya que el bosque de hayas alberga una enorme biodiversidad. Su valor fue reconocido cuando ya era casi demasiado tarde. En 2007, la UNESCO incluyó los últimos bosques de hayas aún existentes en la lista del Patrimonio Mundial. Los majestuosos bosques sobrevivieron en las laderas de los Montes Cárpatos –en Eslovaquia y Ucrania– y están ahora bajo estricta protección.

Bosques de hayas originales no existen ya prácticamente en Alemania. En algunos lugares, sin embargo, se encuentran tipos de bosques de hayas seminaturales con una heterogénea estructura etaria. El Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con sede en París, incluyó a mediados de 2011 cinco bosques alemanes de hayas, con una superficie total de 4.400 hectáreas, en la lista del Patrimonio de la Humanidad: el Parque Nacional Kellerwad-Edersee, en Hesse; el Parque Nacional Hainich, en Turingia; el bosque Grumsiner Forst, en Brandeburgo; el bosque Serrahn, en el Parque Nacional Müritz y el Parque Ncional Jasmund, en la isla de Rügen, en Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Esos bosques se hallan casi todos en parques nacionales y pueden ser visitados. El objetivo es que los antiguos bosques de hayas desarrollen su dinámica natural sin intervención humana, para que también generaciones futuras puedan experimentar qué es un verdadero bosque natural.

Día Internacional del Bosque, el 21 de marzo

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