Ir al contenido principal

Elecciones europeas 2014 – entre el escepticismo y la confianza

¿Necesitamos más Europa o menos Europa? Algunos ven en las elecciones al parlamento europeo 2014 unas “elecciones trascendentales”. Hablamos al respecto con el politólogo Wichard Woyke.

13.05.2014
© Wichard Woyke

Profesor Woyke, ¿por qué son especialmente importantes las elecciones europeas de finales de mayo de 2014?

Son determinantes porque por primera vez se elige una mayoría en el parlamento que a su vez será decisiva en la elección del presidente de la comisión. Esto hasta ahora no sucedía, lo que en parte explica que la participación siempre fuera tan baja.

En el año 2009 la participación fue del cuarenta y tres por ciento. El antiguo primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker avisa de que una nueva participación tan baja podría socavar la legitimidad del parlamento. ¿Es ésta una preocupación justificada? 

Sí y no. Al AStA (“Allgemeiner Studierendenausschuss”, la junta general de estudiantes) en las universidades alemanas tampoco se le ha cuestionado nunca como órgano estudiantil, aunque normalmente en su elección solo participaron un veinte por ciento de los convocados con derecho a voto. En las elecciones presidenciales americanas la participación suele estar por debajo del cincuenta por ciento. Sin embargo, la tendencia es preocupante. Sin duda se produciría una socavación del parlamentarismo si, como en el caso de Eslovaquia como país con la participación más baja en las elecciones europeas de 2009, solo un diecinueve por ciento de los ciudadanos acuden a las urnas.

“Los métodos para la salvación de Europa funcionan”

¿Es cierta la impresión de que más que nunca existen dos bandos separados? Los unos quieren más Europa, los otros menos Europa. Algunos ya hablan de unas “elecciones trascendentales”.

El concepto de “elecciones trascendentales” me parece exagerado. Ciertamente hay dos planteamientos distintos sobre la futura evolución de la integración europea. Se trata de decidir si queremos transferir más áreas a Europa o por el contrario queremos renacionalizar determinadas competencias. En mi opinión, sin embargo, una combinación de ambos planteamientos también es imaginable. En la agricultura, por ejemplo, se ha deshecho gran parte del camino recorrido hacia la supranacionalidad, y este retorno continúa. En otras áreas, por el contrario, necesitamos una europeización fuerte, por ejemplo en la política económica y la política monetaria. Se ha hecho evidente que los tan criticados métodos para apoyar a los países miembros financieramente más débiles funcionan, pues España, Irlanda y Portugal van abandonando progresivamente el programa de rescate europeo.

¿Qué pasos debe seguir la Unión Europea después de las elecciones para demostrar su consolidación?

La UE se verá confrontada cada vez con problemas internacionales más complejos, y para ellos deberá encontrar soluciones. La Unión debe estructurar la política de inmigración y asilo a nivel europeo. Tampoco se puede dejar de lado la cuestión del tratado de libre comercio con E.E.U.U. Aquí es necesario llegar a un acuerdo definitivo. También jugará un papel determinante la problemática medioambiental, un fuerte desafío para la UE. Más allá de esto, la ministra de defensa alemana Ursula von der Leyen ha reabierto de nuevo el debate de un ejército europeo.

¿Qué papel jugará Alemania en estos planes?

Alemania adoptará una actitud distante al respecto para no dar argumentos a aquellos que le reprochan el que imponga su voluntad a sus socios europeos. Por otro lado, muchos esperan que Alemania haga propuestas e impulse el desarrollo hacia delante. En definitiva todo depende de poder convencer a los demás países a partir del entendimiento y cooperación entre Francia Alemania.

“Desencantar a los populistas de derechas”

Existe una amenaza de ruptura entre Gran Bretaña y la UE. El primer ministro David Cameron ha anunciado su intención de convocar como máximo a finales de 2017 un referéndum sobre la permanencia en la UE. ¿Serán las elecciones europeas decivisas para las relaciones futuras?

Efectivamente. Si el euroescéptico partido “United Kingdom Independence Party” (UKIP, “Partido por la Independencia del Reino Unido”) obtiene buenos resultados, aumentará la presión para que se celebre este referéndum. Entonces se sabrá si Gran Bretaña sigue adelante en el proceso de integración. Si no es así, podríamos vivir la curiosa situación de que Escocia ocupe su puesto. Los escoceses votan en 2014 sobre su independencia y son muy pro-europeos.

En Gran Bretaña existe el UKIP, en Alemania está la “Alternative für Deutschland” (AfD, “Alternativa para Alemania”), y también en otros países los partidos euroescépticos pugnan por los votantes. ¿Es grande el peligro de que ganen influencia en Europa?

En esta tesitura veo menos un peligro que un fenómeno del espíritu de la época. Seguro que los euroescépticos y populistas de derechas obtendrán algunos votos más que hasta ahora. Necesitan veinticinco miembros de como mínimo ocho estados para poder formar una fracción. Estoy convencido de que lo conseguirán.

¿No sería esto un gran obstáculo para Europa?

No, porque entonces tendríamos una separación más clara entre gobierno y oposición. Las dos grandes fracciones – conservadores y socialdemócratas o socialistas – tienen que colaborar para poder construir. Si los euroescépticos también están representados, el parlamento europeo podría volverse más interesante para los medios. Podría atraer su atención mucho más que hasta ahora y contribuir a desautorizar las críticas y opiniones sin fundamento.

Wichard Woyke es profesor emérito de ciencias políticas. Fue docente en las universidades de Münster y Leipzig, así como en Francia, Hungría y E.E.U.U., entre otros. La integración europea y las relaciones francoalemanas son algunos de sus proyectos de investigación principales. Es editor del “Handbuch für internationale Politik” (“Manual de política internacional”) de la “Bundeszentrale für politische Bildung” (“Centro Federal para la educación política”).

Helen Sibum hizo la entrevista. Trabaja como redactora en Frankfurt am Main.

© Goethe-Institut e. V., Internet-Redaktion
Publicado por primera vez en www.goethe.de