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Salven al hobby

David Denk sale en busca del tiempo libre perdido.

21.10.2014
© RK Studio/Shea Pollard/Getty Images - Boy in Hobby Room

Ya la propia palabra “hobby” connota algo especial: ¡qué mono! y ¡qué anticuado! El hobby viene de una época en la que la gente no simplemente bailaba, sino que bailoteaba, movía el esqueleto, bien en público, por ejemplo en una velada de baile, o en la propia casa, en el llamado cuarto para hobbies. Era la época en que los comercios cerraban ya a las 18.30 horas, y en la que el cuarto para hobbies en el sótano era obligatorio en cualquier casa de clase media. Detrás de esa puerta el jefe de familia dedicaba su tiempo libre a su “pasatiempo” (la esposa solo podía realizarse como persona en la cocina o en el jardín). Nadie hablaba entonces de la conciliación entre la vida laboral y familiar, del año sabático o del síndrome de burnout. El tiempo y el ocio creativo no eran un bien escaso.

El cuarto para hobbies suena hoy como algo terriblemente aburguesado, a paneles de madera, a mesas de pingpong, a colección de tapas de corcho y a mueble-bar, pero también a un sitio acogedor, como en los viejos tiempos (que desde luego nunca fueron tan buenos como nos parecen hoy en retrospectiva). Que ese mundo hoy nos parezca tan rancio demuestra cómo nos hemos alejado del tradicional hobby. Si el hobby fuera para nosotros algo normal y cotidiano, la palabra no nos sonaría tan apolillada.

Si nos fijamos de qué forma los alemanes, campeones de Europa en lo que hace a horas extra, pasan las tres horas y 56 minutos que tienen en promedio de tiempo libre, nos podrían saltar las lágrimas: según un estudio de “Freizeit-Monitor 2014”, sus actividades favoritas son mirar la tele, escuchar la radio, hablar por teléfono y navegar por Internet. Claro que yo también después del trabajo a veces caigo en el consumismo. Pero creo que es importante hacer algo creativo del escaso tiempo libre. La vida laboral ya nos tiene suficientemente atrapados.

Por eso propongo que demos más espacio al hobby (no tiene que ser necesariamente en el sótano), que sacudamos el polvo de esta palabra y la llenemos de vida y pasión. El hobby significa nada menos que recuperar el control sobre nuestras vidas. ¿Poseemos un empleo o el empleo nos posee a nosotros? Yo, por mi parte, no quiero que el empleo me posea a mí. Eso sería más de lo que el empleo se merece y menos de lo que yo le debo a mi vida. Yo quiero ser un empleado motivado, comprometido, pero no uno sometido. “Hay un tiempo y lugar para todo”, decía mi profesor de matemáticas. Y la separación entre el trabajo y la vida privada parece diluirse hoy en muchos sectores de actividad, lo que, a mi juicio, a la larga no beneficia ni a la empresa ni al empleado. Por eso el hobby puede servir de muro de contención contra los ataques de un mundo laboral sin fronteras.

Se trata simplemente de abordar la cuestión. Pero ¿qué significa “simplemente” en este contexto? Otro deprimente resultado del estudio “Freizeit-Monitor 2014” es que a cerca de dos tercios de los alemanes le gustaría hacer espontáneamente aquello de lo que tienen ganas, pero que no se animan a expresar esos deseos. Y eso que nosotros en Alemania somos privilegiados y podemos darnos el lujo de hacer las cosas “porque sí”. No estamos obligados a hacer nada en especial, más que distraernos, divertirnos y relajarnos. El empleo nos da de comer y nos deja - al menos sobre el papel - tiempo suficiente para el ocio. Cuando practicamos un hobby no tenemos que ser magistrales, la búsqueda de la perfección descansa. Y el hobby justamente nos invita a practicar el diletantismo.

Pero mientras que el espíritu de la época siendo tan hostil al hobby, que se ridiculice al “cocinero aficionado” y se lo trate como a un chapucero que si fuera tan bueno ya hubiera hecho de su pasatiempo una profesión, nunca volverá el hobby a ser una actividad interesante en sí misma. Y el cuarto para hobbies se mantendrá cerrado por obras hasta nuevo aviso. ▪

DAVID DENK es periodista de “Süddeutsche 
Zeitung” y escritor. En su libro “Der Hobbyist”, publicado en 2014, pone a prueba 26 hobbies diferentes.