El delicado equilibrio de Scholz en China.
El canciller alemán Scholz dedicará mucho tiempo a su segunda visita a China. Desde el conflicto de Ucrania hasta las amenazas contra Taiwán y los coches eléctricos subvencionados - son muchos los asuntos a tratar.
Berlín (dpa) - El canciller alemán, Olaf Scholz, permanecerá tres días en China, desde el domingo por la mañana hasta el martes por la noche, visitando tres grandes ciudades: además de la capital, Pekín, el itinerario de Scholz también incluirá Chongqing - probablemente la ciudad más poblada del mundo con 32 millones de habitantes en el centro y sus alrededores - así como la metrópoli económica de Shanghái. Durante sus conversaciones en Pekín, el canciller estará acompañado por tres ministros alemanes.
El éxito más significativo de la visita inaugural del canciller a Pekín, que tuvo lugar hace año y medio, sigue siendo el posicionamiento de Xi, tras su reunión con Scholz, en contra de las amenazas rusas de emplear armas nucleares. Se prevé que en esta ocasión se hable sobre la conferencia de paz de Ucrania, programada para mediados de junio en Suiza. Su posible éxito dependerá de la participación de China. Por ello, es probable que Scholz promueva precisamente este asunto en sus conversaciones.
China sigue siendo el principal aliado de Rusia y está trabajando activamente para iniciar un proceso que ponga fin al conflicto. El año pasado, las autoridades chinas dieron a conocer un documento de posicionamiento sobre el tema y ya han enviado a Europa en dos ocasiones a su enviado especial, Li Hui, la más reciente en marzo. Sin embargo, Alemania y EEUU también acusan a China de respaldar la economía de guerra de Rusia.