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El escenario del arte

La arquitectura de museos es hoy toda una atracción para los amantes de la buena forma.

06.09.2013
© picture-alliance/dpa - Sir Norman Foster

Un marco adecuado siempre fue importante, pero la arquitectura de museo ha alcanzado en los últimos años nuevas 
cúspides. Hoy, los visitantes entran a menudo a un museo porque desean ver sus formas arquitectónicas, la exposición es un bello accesorio. Entre los arquitectos más alabados se cuentan el británico 
Norman Foster (arriba), que recientemente complementó el Museo Lenbachhaus, de Múnich, con un anexo dorado. Su compatriota David Chipperfield restauró con mucho tacto el Neues Museum de Berlín y proyecto el nuevo edificio del Museo 
Folkwang, de Essen. El arquitecto alemán Stephan Braunfels proyecto la Pinakothek der Moderne, en Múnich.
La lista es larga y se alarga aún más si se agregan museos no dedicados al arte. 
Entre ellos se cuentan el Museo Judío de Daniel Libeskind y el Centro de la Ciencia Phaeno en Wolfsburgo de Zaha Hadid, 
para el diario británico The Guardian “uno de los 12 más importantes edificios 
del mundo”.