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Patrimonio en el foco

Con ocasión de la Jornada del Patrimonio: cinco edificios históricos que hay que haber visto.

09.09.2014
picture-alliance/dpa - Neuschwanstein Castle
picture-alliance/dpa - Neuschwanstein Castle © picture-alliance/dpa - Neuschwanstein Castle

Los grandes edificios históricos hacen experimentable qué ideas e ideales reinaban en épocas pasadas. Esa es solo una de las razones por las que deberían ser visitados. Otra: son sencillamente impresionantes. Estos cinco se cuentan entre los más populares de Alemania.

 

Catedral de Colonia

Comenzada a construir en 1248, la Catedral de Colonia es una “obra en construcción permanente”. Eso no molesta a los más de seis millones de visitantes por año. Al contrario, le da una especial atmósfera a la catedral, una de las más importantes del mundo. Además de la construcción misma, en la catedral fascinan a los visitantes obras de arte famosas desde hace siglos mucho más allá de Colonia. Impresionantes son el Altar de los Tres Reyes Magos, un tríptico en la capilla de Santa María y las campanas de la catedral. La mayor es la Campana de San Pedro.

 

Reichstag

El arquitecto Sir Norman Foster transformó en los años 1990 el Reichstag en un moderno edificio parlamentario y le dio su rostro actual. A los aproximadamente tres millones de visitantes por año les agrada particularmente la cúpula de cristal, con su escalera de caracol y el panorama que desde ella se obtiene de la ciudad. El Reichstag, construido a fines del siglo XIX y varios veces dañado, está estrechamente ligado a la historia de Alemania.

 

Iglesia Nuestra Señora de Dresde

Su reconstrucción está considerada un “milagro”: la Iglesia de Nuestra Señora de Dresde quedó casi completamente destruida después de la II Guerra Mundial. Las ruinas fueron durante largo tiempo una especie de monumento admonitorio. Una iniciativa ciudadana decidió reconstruirla. En 2005 fue nuevamente consagrada. Anualmente es visitada ahora por unos dos millones de personas.

 

Puerta de Brandeburgo

Es uno de los más importantes símbolos de la Unidad Alemana: una multitud celebró alborozada cuando la Puerta de Brandeburgo fue abierta, el 22 de diciembre de 1989, pocas semanas después de la caída del Muro. La puerta, construida de 1788 a 1791, fue siempre un testigo mudo de la cambiante historia de Berlín. Hoy es muy popular particularmente entre los turistas: una “selfie” ante la Puerta de Brandeburgo es una obligación.

 

Castillo Neuschwanstein

Para el tímido rey Luis II, el castillo era un lugar de retiro. Hoy no se puede hablar de tranquilidad y aislamiento: el castillo del “rey de cuento de hadas” es visitado por 1,4 millones de personas por año, que se deleitan con el singular panorama de montañas que lo rodea. Su poder de atracción se debe también a leyendas en torno al castillo y los enigmas que rodean a su antiguo habitante. Luis II murió en 1886 en el Lago de Starnberg, en circunstancias hasta hoy no aclaradas.

 

Jornada del Patrimonio, el 14 de septiembre de 2014

 

www.tag-des-offenen-denkmals.de

 

www.koelner-dom.de

 

www.frauenkirche-dresden.de

 

www.berlin.de

 

www.bundestag.de

 

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