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Werner Herzog: el gran desconocido

El director alemán de cine de autor está considerado un “cineasta de los extremos” y es culto en Estados Unidos.

30.01.2015
© dpa/Urs Flueeler - Werner Herzog

Werner Herzog es idolatrado en los Estados Unidos como si fuera un estrella del pop. Para sus películas puede elegir con qué actores trabajar. Para los seminarios en su Rogue Film School se anotan más de 3000 interesados en quince minutos. Y la gente hace largas colas para ver una de sus instalaciones en el Whitney Museum de Nueva York. En 2009, el “Time Magazine” incluyó a Werner Herzog en la lista de “Las 100 más influyentes personas del mundo”. ¿Por qué fascina este director de cine, que desde los años 1970 forma parte, junto con Rainer Werner Fassbinder, Wim Wenders  y Volker Schlöndorff, del “Nuevo cine alemán”, más tarde abandonó Alemania para radicarse en Estados Unidos y nunca pudo ser encasillado en un determinado género?

Legendario trabajo con Kinski

Werner Herzog Stipetić nació en 1942 en Múnich y pasó su niñez en la Alta Baviera. Como forma de protestar contra el ateísmo de su padre abrazó el catolicismo, estudió luego del bachillerato en Estados Unidos y se ganó entonces su sustento también con el contrabando, como concedió en una entrevista. Hizo temprano sus primeras armas en el cine y ganó ya con su primer largometraje, “Signos de vida”, el Premio del Cine Alemán. A la fama saltó con su cooperación con el excéntrico actor Klaus Kinski, que desempeñó el papel protagónico en sus filmes “Aguirre, la ira de Dios” (1972), “Woyzeck” (1979” y “Fitzcarraldo” (1982). La filmación de “Fitzcarraldo” en Perú, rodeada de escándalos, en la que efectivamente un barco fluvial fue arrastrado montaña arriba, le ganó a Herzog la fama de “cineasta de los extremos”. Anécdotas como la leyenda de que quiso matar a tiros a Kinski fomentan esa imagen.

Herzog volvió a Estados Unidos en los años 1990, realizó documentales, escenificó óperas y filmó conciertos de rock. Preguntado por las razones que lo llevaron a vivir en Los Ángeles, dijo al semanario “Die Zeit”: “En California surgió todo lo que marca al mundo desde hace medio siglo: el Free Speech Movement, la computadora, la aceptación de los homosexuales como parte de una sociedad digna, los sueños colectivos del mundo, es decir, Hollywood. También todas las tonterías surgieron allí: el movimiento hippie, la idiotez del New Age, los estudios de aerobic y las estrellitas que toman cursos de yoga. Es lo correcto vivir en medio de un entorno del que provienen esos inauditos impulsos”.

Festival Internacional de Cine de Berlín, del 5 al 15 de febrero de 2015. “Queen of the Desert”, el más reciente filme de Werner Herzog, compite en el concurso de la Berlinale 2015. 

www.roguefilmschool.com

www.berlinale.de

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