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Diez razones para aprender alemán

¿Es el alemán realmente tan difícil? No, dice el experto Bastian Sick, porque eso no es lo importante.

09.10.2012
© picture-alliance/dpa

Puede usted mencionar diez buenas razones para aprender alemán?, me pregun­taron recientemente en una entrevista. “¿Diez de un golpe? pregunté yo asustado, “¿por qué tantas? Me alegraría de que se me ocurrieran sólo tres”. Al fin y al cabo viven en Alemania, Austria, Suiza y regiones limítrofes más de 100 millones de seres humanos cuya lengua materna es el alemán. No somos por lo tanto una comunidad idiomática muy pequeña, por el contrario: el alemán es en Europa el idioma con el mayor número de hablantes maternos, antes del inglés y el francés. Fuera de Europa, la realidad es algo diferente: en la lista de los idiomas del mundo, el alemán figura muy por detrás del inglés, el chino y el hindi, pero, no obstante, entre los primeros doce, claramente antes del japonés, el coreano y el finés, perdón, quise decir: finish, es decir, el final de la lista.

Cuando alumnos en otros países, por ejemplo en España o Francia, deben de­cidirse entre alemán u otra lengua, a menudo eligen la otra lengua. El alemán no es justamente el idioma más popular. Y cuando se pregunta por qué, se recibe a menudo la respuesta de que el alemán no es fácil. Demasiados casos, demasiados géneros, demasiadas reglas, demasiadas excepciones. ¡Eso asusta! ¡En realidad justamente ello debería ser una razón para aprender alemán! ¿A quién le interesa algo sencillo? Lo fácil lo sabe todo el mundo. ¡Quien domina el alemán, sabe algo especial! Algo que no todos saben. Ni siquiera todos los alemanes. El inglés es el Volkswagen entre los idiomas; el alemán, el Rolls Royce.

Entre los frecuentes prejuicios en relación con el idioma alemán se cuentan también que no suena particularmente hermoso, que no es melodioso como el francés, ni suave como el inglés, ni temperamental como el italiano, ni melancólico como el ruso, ni agresivo como el japonés. El alemán, se dice, suena más bien como una mezcladora de cemento… o como una bandada de gansos roncos que chocaron contra un árbol a bordo de una mezcladora de cemento robada. Pero quien se ocupa algo más detalladamente del alemán, descubrirá en el sonido de sus sílabas una maravillosa belleza. Como en todos los idiomas, depende de quién lo hable… y cómo. Lo importante es cómo se dicen las cosas. El alemán no fue por casualidad durante mucho tiempo el primer idioma en la música. Desde Johann Sebastian Bach a Johann Strauss: el alemán fue –y continúa siendo– una de los idiomas más importantes en las salas de concierto y ópera del mundo. Quien estudia canto clásico, no puede dejar de aprender alemán. Pero también la música pop

puede ser una buena razón para aprender alemán. La música fue la razón por la que aprendí francés… y ello puede funcionar también en el caso del alemán.

¿Qué razones hay para aprender alemán? Hay que preguntárselo a personas que se han expuesto al riesgo de asistir a un curso de alemán. Se las encuentra en casi todo el mundo: en Francia, España, Rusia, Polonia, los Países Bajos, Dinamarca, Chile, Argentina, en África y en Baden-Wurtemberg (“Sabemos de todo, menos alemán estándar”).

“¡Alemania es un maravilloso país!” me dijo hace poco una dama entrada en años en Buenos Aires, “¡con tantos bienes culturales, tantas interesantes ciudades, tan diferentes paisajes y la mejor infraestructura del mundo!”. “Usted se refiere a las autopistas”, le pregunté. Ella sonrió y dijo: “¡Me refiero sobre todo a las far­macias! Cada cincuenta metros, una farmacia… ¡eso no se encuentra en ningún otro país del mundo!”.

Para muchos jóvenes en otras partes del mundo, Alemania es la puerta hacia un futuro asegurado. El número de solicitantes de becas para estudiar en Alemania crece año tras año. Ya sea economía de empresas, construcción de maquinaria, medicina o humanidades: Alemania es un popular país de estudios. Para muchos otros, Alemania es un vital lugar de trabajo. Mi empleada doméstica proviene de Polonia y aprende diligentemente alemán. Un buen día su alemán será tan bueno como sus artes de planchado. Entonces tendrá todas las puertas abiertas y me abandonará por un interesante empleo como asistente de un presentador de televisión o portavoz de un diputado federal. Le rogaré que se quede, pero, echando una mirada a la tabla de planchar, me dirá: “¡”Hágalo usted mismo!” Yo me quedaré todo arrugado. La idea me horroriza. El alemán allana el camino para avanzar profesionalmente… en el área germanohablante y en otros lados, donde empresas alemanas tienen filiales o donde abundan los turistas alemanes. Cuando le pregunté a mi amiga francesa Suzanne por qué había aprendido alemán, me dijo: “¿La razón por la que aprendí alemán? ¿A pesar de la complicada gramática y la dura pronunciación? Te lo confiaré: mi motivo era alto y de ojos azules y se llamaba Martin. Tenía 24 años, nos conocimos en la playa de Biarritz. ¡Hmmm! ¡En todo el mundo no existe una razón más hermosa para aprender alemán!”.

Para quien ello no le alcance, compilé las siguientes otras diez razones:

/1// Para poder entender los textos de Tokio Hotel y poder cantarlos en forma fonéticamente correcta.

/2// Para poder escribirle a Bill Kaulitz (el cantante de Tokio Hotel) una carta de amor.

/3// Para no tener que leer los subtítulos en seriales de TV alemanas como “Derrick”, “Un caso para dos” y “Tempestad de amor”.

/4// Para poder impresionar a los amigos con palabras como “Fußballweltmeisterschaftsendrundenteilnehmer” y “Über­schallgeschwindigkeitsflugzeug”.

/5// Para poder leer a Goethe en el original. Y naturalmente no sólo a Goethe, sino también a todos los otros clásicos de la literatura alemana, incluidos Heinz Erhardt, Wilhelm Busch y Loriot.

/6// Para, como propietario de un Porsche, no sólo poder ufanarse, sino también poder decirles a todos que el nombre del auto no se pronuncia “Porsch” ni “Porschie”.

/7// Para entender las etiquetas en productos de limpieza alemanes, por ejemplo cuando dice “evitar el contacto con los ojos” o “no aspirar las emanaciones”.

/8// Para poder decir en la entregas de premios Bambi, en alemán: “Ich danke meinen Eltern! Und allen Leuten von Sony Music! Und natürlich meinem Publikum! Ihr seid so wundervoll! Ich liebe euch alle!”

/9// Para, como periodista extranjero, durante una conferencia de prensa poder realizar las preguntas en alemán.

/10// Para asumir el papel de villano en la próxima película de James Bond.

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