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Por la libertad de la palabra

La artista argentina Marta Minujín planea para la próxima Documenta un “Partenón de libros”. En esta entrevista, Minujín explica cómo lo construirá y por qué la libertad artística está hoy nuevamente en peligro.

09.01.2017
© dpa/Arne Dedert - Marta Minujín

En la documenta, usted quiere dar una señal a favor de la libertad de opinión y la libertad artística. ¿Están ambas en peligro?

Creo que corren gran peligro. Cuando se habla de censura y libros prohibidos, la mayoría de la gente piensa primero en el pasado. Casos como el de Turquía, sin embargo, demuestran que la censura sigue siendo todavía hoy un medio para controlar los pensamientos e influir sobre ellos. Los escritores son perseguidos nuevamente por motivos políticos y sus libros, prohibidos. Eso no es solo una herencia histórica, sino un tema candente de nuestro tiempo.

Usted pidió a los habitantes de Kassel y otros lugares que donaran libros para su obra. ¿Por qué decidió juntar el “material” para su obra de esa forma?

Doy gran importancia a que las personas realicen un aporte personal a esta obra. Quiero que echen un vistazo a sus bibliotecas e identifiquen todos los libros antes prohibidos que leyeron y simultáneamente reflexionen sobre los libros hoy prohibidos. El Partenón de libros  contendrá todas esas historias, todas esas reflexiones y toda esa energía. El aspecto de la participación pública es muy importante. Sin el aporte de muchas diferentes personas e instituciones, la obra no podría ser realizada. La donación de un libro despierta el interés de la gente por los diferentes contextos en los que tiene lugar la censura. Con la donación de los libros, las personas se transforman ellas mismas en partes de la obra de arte. Eso la transforma en un singular emprendimiento colectivo: todo aquel que participe, estará presente con su aporte.

Libros de Thomas Mann y Liu Xia

¿Qué tipo de libros ha recibido ya?, ¿son de escritores alemanes o más bien de otros países?

Hemos recibido muchos libros de escritores prohibidos durante la dictadura nacionalsocialista en Alemania, por ejemplo, de Thomas Mann y Stefan Zweig. Pero también recibimos libros que está prohibidos actualmente en otros países, por ejemplo, de la escritora china Liu Xia. También fueron donados clásicos de la literatura infantil como “Tom Sawyer” y “Alicia en el país de las maravillas”, prohibidos en diferentes tiempos en Estados Unidos y otros países. En general, observamos que las personas analizan la historia de sus respectivos países y donan libros que estuvieron prohibidos allí en algún momento. Además, numerosas editoriales de todo el mundo apoyan el proyecto con generosas donaciones. 

Usted ya construyó un “Partenón de libros”, en 1983 en Buenos Aires. ¿Qué pueden aprender mutuamente América Latina y Europa en relación con la libertad y la lucha contra la censura?
Que no hay barreras y que la libertad tiene la misma importancia para todos. Del “Partenón de libros” podemos aprender que la censura es el resultado del pensamiento político en cada país en particular. Es importante tener presente siempre la propia historia y ser consciente de cuán rápida y arbitrariamente pueden ser creados mecanismos de censura. Muchos de los libros que hoy leemos como clásicos de la literatura mundial y los tomamos como un sobreentendido estuvieron en algún momento prohibidos y lo siguen estando hoy en algunos países. De eso podemos aprender que nunca estaremos inmunizados contra la censura, incluso cuando nos definamos como sociedades más o menos libres.

¿Qué la alegrará más cuando venga a la documenta en Kassel?

Me alegrará ver las reacciones del público que visite el “Partenón de libros”. Quiero ver cómo reaccionan las personas cuando caminen alrededor de la obra y vean los muchos libros. 

Entrevista: Helen Sibum

© www.deutschland.de