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Energía verde para Chile

En Chile, el 45 por ciento de la corriente eléctrica se genera ya de forma sostenible. Con apoyo alemán pronto será mucho más.

Martina Farmbauer, 03.12.2019
Desierto de Atacama, Chile: gran abundancia de energía solar.
Desierto de Atacama, Chile: gran abundancia de energía solar. © dpa

Ernesto Huber era uno de los que tenía dudas con respecto a las energías renovables.  Huber, de antepasados suizos, es gerente de Operación del Coordinador Eléctrico Nacional de Chile (CEN), una corporación autónoma de derecho público con sede en Santiago de Chile. El CEN coordina el funcionamiento de las instalaciones del Sistema Eléctrico Nacional que operan interconectadas entre sí. Hoy, Huber defiende las ventajas de la energía hidroeléctrica, eólica y solar y ya no habla de problemas, sino de retos. "Nos estamos acercando cada vez más a nuestra meta", dice. Hace unos diez años, Chile se hallaba en estado de emergencia energética, porque su gran vecino, Argentina, había dejado de proveer de gas al país. Ahora, Chile sabe cómo puede independizarse del petróleo, el gas y el carbón importados: con energía sostenible.

Una sencilla ecuación en el norte de Chile: costa igual a viento igual a energía renovable.
Una sencilla ecuación en el norte de Chile: costa igual a viento igual a energía renovable. © dpa

Chile, que iba a ser sede de la Cumbre del Clima de la ONU, es considerado un “paraíso de la energía verde”, debido a sus condiciones geográficas y meteorológicas. Así lo caracteriza Rainer Schröer, que trabaja en Chile para la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ). "Hay un enorme potencial", dice Schröer. La costa chilena, las diferencias de altitud y el desierto de Atacama ofrecen excelentes condiciones para la instalación de plantas de energía solar, eólica e hidroeléctrica. En Chile, el 45 por ciento del total de la corriente eléctrica es generado con energías renovables. En Alemania es el 38 por ciento. Para 2050, se espera que el sol, el viento y el agua cubran el 70 por ciento de la demanda de corriente eléctrica de Chile.

Ello atrae a inversionistas extranjeros, también de Alemania. En el desierto de Atacama, en el norte de Chile, uno de los lugares más secos del mundo, se está construyendo una gigantesca planta de energía solar. Parte del complejo solar "Cerro Dominador", cuya construcción ya inició la multinacional española Abengoa, es la primera planta solar de torre central en América Latina. La torre tiene una altura de 250 metros y la capacidad instalada de la planta llega a 110 megavatios: es el proyecto modelo de la revolución energética en Chile.

En la región de la La Araucanía, en el sur del país, donde vive el pueblo indígena mapuche, la empresa alemana wpd, con sede en Bremen, comenzó este año a construir el parque eólico más grande de Chile. Está conformado por 77 aerogeneradores con una capacidad instalada de 273 megavatios. “Los demás competidores han evitado la región y no descubrieron el área que usamos”, señala Thomas Schröter, gerente de wpd Chile. Los aerogeneradores transformarán el paisaje del área alrededor de la ciudad de Collipulli.

Al igual que en Alemania, los parques eólicos son rechazados a menudo también en Chile.  En muchas de las comunidades en los alrededores del parque eólico viven mapuches, que llaman a su territorio “Wallmapu” y para quienes la naturaleza es sagrada. Por esa razón, los empleados de wpd entraron en contacto con la población hace más de cinco años durante la fase de planificación del proyecto con el fin de ganarse su confianza y aprobación para la planta. La empresa, que está comprometida con una estrategia de "aceptación social" y, por lo tanto, quiere diferenciarse de otras empresas, recibe el apoyo de la GIZ. En Chile opera varios proyectos para promover las energías renovables. Además, wpd también coopera con un fondo para proyectos de desarrollo local.

Millones de chilenos se manifestaron, como aquí en Santiago, por más justicia social.
Millones de chilenos se manifestaron, como aquí en Santiago, por más justicia social. © dpa

La estrategia parece estar funcionando mayormente, si bien ha habido protestas contra una central hidroeléctrica también planeada en Collipulli. Muchas personas temen intervenciones extremas en su entorno. Y temen que ellos mismos terminen finalmente con las manos vacías, como ha sucedido una y otra vez con megaproyectos de infraestructura en América Latina. El terreno en el que se está construyendo el parque eólico de Collipulli pertenece a dos de los empresarios agrícolas más ricos de la zona. La electricidad se venderá al proveedor chileno de electricidad Transelec. En Chile, el mercado de la electricidad, como muchos otros sectores, está en manos privadas desde la dictadura del general Augusto Pinochet. Por ello, el auge económico no llega a mucha gente: en protesta contra ello se han manifestado millones de chilenos en los últimos meses de 2019.

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