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“Una señal importante”

Everaldo Feitosa, vicepresidente de la World Wind Energy Association (WWEA) sobre la perspectiva de Brasil en la transición energética

24.03.2014
© Flickr/M.Anderson - Renewable Energy

En Alemania y en Europa, los partidarios de la transición energética deben seguir esforzándose para persuadir a la opinión pública. Pero, ¿cómo ven realmente el 
enfoque alemán los grandes países consumidores de energía, que desempeñarán un papel crucial en la futura orientación de las estructuras de abastecimiento? 
La Fundación Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS) ha planteado esa pregunta y ha obtenido respuestas un tanto sorprendentes de expertos en energía de China, Brasil y Sudáfrica. El estudio de la KAS demuestra que la percepción de la transición energética en los mercados emergentes más importantes es mucho más positiva que en la propia Alemania. Al menos para Brasil, el resultado no parece tan sorprendente, cree Everaldo Feitosa, vicepresidente de la World Wind Energy Association (WWEA).

Sr. Feitosa, ¿está Alemania en el camino correcto con la llamada transición energética?

Sin duda. Fue una decisión correcta avanzar en ese sentido y abandonar la energía nuclear. Es una señal importante para el mundo entero.

¿Por qué cree usted que la transición energética es buena para Alemania - aparte de la energía más “limpia”?

La transición energética es positiva para el desarrollo tecnológico en Alemania. El mayor uso de la energía eólica e hidroeléctrica dará lugar a nuevos sectores industriales y creará puestos de trabajo. Otro aspecto importante es la actitud general del país ante una cuestión tan importante para el futuro. Muchos atribuyen poco valor a estos aspectos psicológicos, pero 
para mí son decisivos. Para Brasil, cuyo sector de energía también se encuentra en una fase de transformación, la transición energética es un ejemplo de cómo puede funcionar el abastecimiento de energía solo sobre la base de las energías renovables. Alemania demuestra que es posible.

¿Ve también aspectos negativos de la política energética?

No. Claro que el precio de la energía será siempre un tema político polémico, como vemos ahora en Brasil. Debido al calentamiento global, o por fluctuaciones climáticas, hemos tenido fuertes sequías en los últimos años. Como resultado, disminuyó la cantidad disponible de energía hidroeléctrica y se incrementaron dramáticamente los costos, sobre todo para la 
industria. Son inestabilidades a la que tendremos que acostumbrarnos y a las que debemos responder.

¿Cómo es la situación actual del sector de energía en Brasil?

La mayor parte de la energía total proviene de las centrales hidroeléctricas. La energía hidráulica es un factor clave en Brasil, y 
como disponemos de tantos recursos naturales, somos uno de los países con la 
generación de energía más limpia del mundo. Naturalmente existen muchas veces controversia acerca de la construcción de nuevas represas en la región amazónica.

Usted es partidario de la expansión de la energía eólica. ¿Cómo se está desarrollando esa área?

La cuota de participación de la energía eólica sigue siendo baja en comparación con la energía hidráulica, pero está en constante crecimiento. Durante mucho tiempo se creía que la energía eólica no sería 
competitiva, pero ahora ya lo es. Desde el 
punto de vista global, la generación de electricidad a partir de energía eólica tiene costos más bajos. Brasil demuestra que vale la pena invertir en esta área. La caída de los precios en la energía eólica es la característica más importante del cambio que el sector energético de Brasil ha experimentado en los últimos diez años. Cada año se instalan parques eólicos por un volumen de 3000 megavatios anuales. Hasta el año 2020 seremos uno de los cinco mayores países productores de energía eólica, probablemente junto a China, Estados Unidos, Alemania y España.

¿Existen en Brasil medidas para promover el auge de la energía verde?

En Brasil no existe ningún fomento según el modelo alemán, el precio sigue siendo el factor primordial. Eso es algo interesante, porque la presión competitiva para desarrolladores y productores es elevada. Brasil sigue a Alemania en el camino hacia la transición energética, pero hay grandes diferencias en las condiciones políticas y económicas.

Además de los costos, la seguridad del abastecimiento es un tema importante en el debate alemán. Y eso también es aplicable a Brasil, donde se han producido apagones masivos en el pasados años.

Sí, y éste es un argumento esgrimido a menudo con éxito por los partidarios de la energía nuclear. Desde luego que resulta un enorme reto integrar la energía eólica y solar en la red existente de tal manera de garantizar un suministro estable. Pero precisamente es por estas fluctuaciones en la disponibilidad de la energía hidráulica que necesitamos una red eléctrica muy inteligente.

Los críticos dicen que la transición energética en Alemania avanza demasiado rápido. ¿Qué piensa usted?

No avanza demasiado rápido. Una vez que uno ha elegido ese camino, hay que transitarlo consecuentemente y poner a disposición suficientes fuentes de financiación para investigación y desarrollo. Creo firmemente que de ese modo podremos resolver todos los problemas en un plazo razonable. Es simplemente una cuestión de convicción y de inversión en nuevas tecnologías.

¿En qué medida Brasil podría orientarse en Alemania para una reestructuración del sector energético?

Podemos aspirar a las mismas metas que Alemania, porque ya generamos la mayor parte de nuestra electricidad a partir de fuentes de energía renovables. No existe necesidad económica para el uso de la energía nuclear, y por eso su apoyo político y público va decreciendo continuamente. Pero si bien la meta en términos de energía es la misma, la forma de alcanzarla será diferente. Alemania puede ser un modelo en un sentido general, un modelo en cuanto a actitud ante el problema.

¿Cómo será el mix energético de Brasil en el futuro?

Seguiremos utilizando principalmente la energía hidroeléctrica, que se complemen­tará cada vez más con la energía eólica, solar y de biomasa. Seguramente tendremos que recuperar terreno en algunas tecnologías, pero eso sucederá dentro de los próximos cinco a diez años. ▪

Entrevista: Helen Sibum

Everaldo Feitosa es vicepresidente de 
la World Wind Energy Association (WWEA), una asociación internacional para la 
promoción de la energía eólica con sede 
en Bonn. El ingeniero es profesor en la Universidad de Pernambuco y fundador de la fábrica de plantas eólicas Eólica Tecnología.