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Innovación en equipo

En el este de Alemania hay mucho conocimiento científico y económico: excelentes condiciones para que surjan innovaciones. Con una nueva iniciativa son apoyadas nuevas ideas y fomentada la cooperación.

25.09.2013
Oschatz © Stipriaan
Oschatz © Stipriaan © Stipriaan - Oschatz

Tiene solo nueve metros de largo, dos y medio de ancho y causa sensación: un puente para peatones despertó en 2006 gran interés en la localidad de Oschatz, Sajonia. Pesa cinco toneladas, pero resiste un peso de hasta 38 toneladas. El secreto reside en el material con el que fue construido: hormigón reforzado con malla de fibras de vidrio y carbono. La construcción es más liviana y mucho más robusta que con el clásico refuerzo de acero. El puente fue construido conjuntamente por varios socios en torno a Manfred Curbach, profesor en el Instituto de Construcción de la Universidad Técnica de Dresde. 

Con el mismo material, el equipo saneó también una tienda en Praga y reforzó un edificio de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Schweinfurt. “Esos proyectos son solo la punta del iceberg”, dice Curbach. Su objetivo: sustituir a nivel global dentro de diez años el 20 por ciento de todo el acero pesado y propenso a la corrosión por carbono y hacer así al sector de la construcción más económico, eficiente y sostenible. Como se trata de una tarea gigantesca, que presupone la realización de numerosos ensayos científicos, Curbach supo desde un principio que solo podía llevar a la práctica su plan con la ayuda de numerosos socios en el área de la investigación. Importante para Curbach fue también que los conocimientos científicos se trasladaran a la práctica y los nuevos conocimientos fueran dados a conocer a los empresarios de la construcción de todo el mundo. 

Curbach calculó con su equipo cuánto costaría el proyecto y llegó a una gran suma. “Justamente en ese momento tomamos conocimiento de un nuevo programa del Ministerio Federal de Educación, Ciencia, Investigación y Tecnología (BMBF)”, recuerda. La iniciativa “Veinte20 – Socios para la Innovación”, lanzada en agosto de 2012, es parte del programa “Empresa Región”, con el que se aspira a mejorar las condiciones marco para la innovaciones en los cinco estados federados del este de Alemania. 

Si bien en los estados federados de Brandeburgo, Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Sajonia, Sajonia-Anhalt y Turingia existen grandes conocimientos económicos y científicos, estos se han cristalizado hasta ahora solo en pocas innovaciones. “Con el programa de fomento se apoya a empresas a institutos de investigación a traspasar fronteras y cooperar con socios de todos los sectores y regiones posibles. Así se abren áreas de aplicación completamente nuevas”, explica Hans-Peter Hiepe, director de división del BMBF. En el foco está, además de la transferencia de tecnología, también un cambio de paradigma cultural: “Los proyectos realizados en cooperación tienen como meta que en las empresas y el sector científico de los nuevos Estados federados se impongan cada vez más una mentalidad emprendedora y una mayor orientación hacia el mercado”, agrega Hiepe. La Federación pone a disposición para ello hasta 2019/2020 un volumen total de fondos de hasta 500 millones de euros. 

Curbach y su equipo, “C³ – Carbon Concrete Composite”, solicitaron fondos del programa y los recibieron en julio de 2013, junto con otros nueve proyectos. Una importante condición formal: en los consorcios de proyecto deben estar representados socios de los cinco estados federados del este de Alemania y por lo menos un socio de otro estado federado. En algunos proyectos se trabaja incluso con socios de otros países, como por ejemplo en el consorcio “HYPOS – Hydrogen Power Storage & Solutions East Germany”. Ese equipo busca soluciones para transformar corriente eléctrica excedentaria generada a partir de fuentes renovables en hidrógeno. Ese hidrógeno ecológico es interesante por ejemplo para la industria química y la electromovilidad. El problema es que todavía es muy caro. 

“Nuestro objetivo es mejorar considerablemente la rentabilidad del hidrógeno ecológico”, dice el profesor Ralf Wehrspohn, director del Instituto Fraunhof de Mecánica de Materiales, con sede en Halle. Para ello, el equipo trabaja, por ejemplo, en el desarrollo de grandes plantas que puedan conectarse a redes de corriente de fuentes renovables. Los aproximadamente 90 socios aspiran a desarrollar su idea a lo largo de toda la cadena de creación de valor. “Solos nunca podríamos llevar el proyecto a la práctica”, resalta Wehrspohn. 

Lo mismo vale para los demás proyectos apoyados por la iniciativa “Veinte20”. Entre ellos se cuentan proyectos para la lucha contra enfermedades infecciosas que pueden transformarse en pandemias mundiales. En el marco del proyecto “InfectControl 2020” se buscan nuevas estrategias para reconocer tempranamente enfermedades, controlarlas y combatirlas con éxito. De los nuevos procedimientos, productos y servicios se benefician, además del sector médico, también áreas como la agricultura, la movilidad y la infraestructura. 

Las innovaciones no surgen hoy ya más detrás de puertas cerradas de laboratorios. El intercambio entre disciplinas científicas, diversas tecnologías, sectores y mercados adquiere cada vez más importancia. La iniciativa “Veinte20” contribuye a unir las diversas piezas del mosaico.  

www.unternehmen-region.de/de/6829.php

www.unternehmen-region.de/de/7665.php

www.hypos-eastgermany.de

www.infectcontrol.de/index.html

16.09.13

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