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“La cohesión no cae del cielo”

Linn Selle es europea por convicción. Como presidenta del Movimiento Europeo Alemania (EBD) pide más compromiso político para una Europa unida.

Entrevista: Helen Sibum, 28.01.2020
Linn Selle en diálogo
Linn Selle en diálogo © EBD/K. Neuhauser

Selle es una persona defensora de intereses en el mejor sentido: hace “lobby” a favor de Europa. Esta joven de 33 años es presidenta del Movimiento Europeo Alemania (EBD) desde 2018. El EBD es la mayor red alemana de política europea.

Sra. Selle, el EBD cumplió 70 años el año pasado. Cuando se fundó, en 1949, su principal objetivo era dar a conocer la idea de la Europa unida. ¿Cuál es su tarea principal hoy?
El EBD tiene el apoyo de unas 250 organizaciones, entre las que se cuentan sindicatos, asociaciones y clubes: un corte representativo de los proeuropeos en la sociedad. Somos intermediarios entre esa sociedad organizada y el sistema político. También acercamos la política europea a Berlín, por ejemplo, con reuniones informativas para nuestros miembros con periodistas del Parlamento de la UE, porque no todas las organizaciones tienen una oficina en Bruselas. Un tercer pilar de nuestro trabajo es la representación de intereses para una Europa democrática, pluralista y unida y para una Alemania europea.

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Usted dice que el EBD refleja el “consenso básico proeuropeo” en Alemania. ¿Cómo constata que ese consenso básico existe?, ¿le preocupa su continuidad?
En los sondeos de opinión del Eurobarómetro, alrededor del 80 por ciento de los alemanes tiene una opinión positiva sobre Europa. Además, la participación en las elecciones europeas ha aumentado. Contrariamente a todas las profecías pesimistas, los partidos euroescépticos no se beneficiaron particularmente de ello. En Alemania existe una mayoría proeuropea, pero silenciosa. La minoría escéptica, por el contrario, tiene una fuerte voz y está muy bien organizada.

Todavía estamos esperando ese “nuevo comienzo para Europa”.
Linn Selle, presidenta del Movimiento Europeo Alemania

Ursula von der Leyen prestó juramento en enero como presidenta de la Comisión de la UE sin ser cabeza de lista de ningún partido. ¿Qué consecuencias tiene ello para la aceptación de los procedimientos democráticos en la UE?

Un periodista de Bruselas escribió muy acertadamente que Ursula von der Leyen no es una mala elección, pero fue muy mal elegida. Ello ha dejado un sabor amargo en la boca de muchos. Europa habría tenido la oportunidad de demostrar que votar por un partido significa votar por un candidato concreto. Que las cosas se hayan hecho de otra forma es muy lamentable.

Alemania asume a mediados de 2020 la presidencia del Consejo de la UE. ¿Qué posibilidad abre ello?

La posibilidad de dar su impronta nuevamente a la agenda europea y acercar al público cuestiones que serán importantes más allá de 2020. Sería bueno que Alemania retomara el “papel motor” que ha perdido algo últimamente. Especialmente en el contexto de que un “nuevo comienzo para Europa” está incluso en el título del acuerdo de coalición. Todavía estamos esperando ese nuevo comienzo.

¿Qué debería hacer la presidencia alemana del Consejo para lograr ese nuevo comienzo?, ¿en qué temas debería centrarse?

Nosotros pensamos que hay dos cuestiones esenciales: en primer lugar, las negociaciones sobre el marco financiero plurianual, que deberían concluirse bajo la presidencia alemana. En segundo lugar, la conferencia sobre el futuro de Europa, que se anunció a fines de 2019. El Tratado de Lisboa tiene ya diez años y el mundo ha cambiado mucho desde entonces.

Sin el Estado de derecho europeo, tampoco funciona la economía libre.
Linn Selle, presidenta del Movimiento Europeo Alemania

El EBD exige también de Alemania que abogue por un mayor respeto de los valores y derechos fundamentales.

Escuchamos con demasiada frecuencia que los valores son agradables de tener, pero que al final lo decisivo es la economía. Eso no es así. Sin el Estado de derecho europeo, tampoco funciona la economía libre. Por lo tanto, las instituciones de la UE deben aplicar el mecanismo del Estado de Derecho coherentemente y hay que impulsar la propuesta de monitoreo.

Una pregunta más personal: se habla mucho hoy en día de cómo despertar en la gente el entusiasmo por Europa. ¿Cómo se convirtió usted en fan de Europa?

Crecí en la frontera germano-holandesa y ya de niña viajaba de un lado a otro de la frontera. Para mí es algo normal. Más tarde me di cuenta de que la cohesión europea no cae del cielo. Muchas personas trabajan todos los días para que Alemania siga siendo pro europea y Europa siga siendo democrática. Si no nos comprometiéramos con ello, las cosas podrían ser diferentes… y eso no es ninguna opción.

Linn Selle tiene un doctorado en ciencias políticas y estudió en la Universidad Europea Viadrina, entre otras. En el EBD desempeña el cargo de presidenta de forma honorario. A tiempo completo trabaja en la Federación Alemana de Organizaciones de Consumidores.

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