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Sophie Scholl: icono de la resistencia

Sophie Scholl es una de las mujeres más famosas de la historia alemana. Como miembro de la “Rosa Blanca”, se enfrentó a los nacionalsocialistas.

Maren Gottschalk, 02.05.2024
Busto de Sophie Scholl en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich
Busto de Sophie Scholl en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich © Familie Hartnagel

Ella era una niña alegre que adoraba la naturaleza y trataba a las personas con amabilidad y disposición a ayudar. Sophie Scholl nació el 9 de mayo de 1921 como cuarta hija de Lina y Robert Scholl en Forchtenberg, una pequeña ciudad en lo que hoy es Baden-Württemberg. Su padre era alcalde y su madre, antigua enfermera comunitaria, se encargaba de la casa. Para sus padres, la educación y la independencia eran aspectos muy importantes, y Lina Scholl también inculcó valores cristianos a sus hijos. 

En 1930, la familia Scholl se mudó a Ludwigsburg y, dos años después, se estableció en Ulm, donde Robert Scholl abrió una oficina fiscal. En 1933, cuando los nacionalsocialistas ascendieron al poder en Alemania, los cinco hermanos Scholl, Inge, Hans, Elisabeth, Sophie y Werner, se vieron atrapados en la vorágine del nuevo régimen. En contra de los deseos de sus padres, se unieron a las Juventudes Hitlerianas. Con tan sólo 13 años, Sophie juró lealtad a Adolf Hitler. Sin embargo, no era la típica “jovencita” bien educada, sino más bien inconformista, alocada y romántica. Sus diarios muestran a una adolescente desesperada que se sentía inquieta y buscaba una forma de desahogarse.

A Sophie Scholl le encantaba el arte moderno y la literatura

A los 16 años, Sophie Scholl se enamoró de Fritz Hartnagel, un aspirante a oficial que le llevaba cuatro años, y que se convirtió en su primer novio. La abundante correspondencia entre la pareja muestra cómo Sophie evolucionó hasta transformarse en una joven reflexiva, que exigía que se tomaran en serio sus dudas y su búsqueda de lo que consideraba una vida correcta. En aquellos años dio la espalda al régimen nazi: consideraba injusta la detención temporal de sus hermanos por “actividades aliadas” y veía la restricción de la libertad intelectual en Alemania como opresiva. A Sophie Scholl le encantaban el arte y la literatura modernos y no simpatizaba con la intolerante concepción nacionalsocialista del arte.

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Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Sophie tomó una actitud inequívoca y escribió a Fritz Hartnagel: “No puedo entender por qué ahora la gente ve amenazada constantemente su vida por culpa de otras personas. Jamás lo entenderé, me parece terrible. No digas que es por la patria.” Tras graduarse en el instituto, se formó como educadora en Ulm. Cuando más tarde se vio obligada a cumplir con un año de trabajo obligatorio para el Reich lejos de su familia y amigos, esto provocó una profunda crisis. En 1941, Sophie Scholl se cuestionó todo: su fe, su amor por Fritz y su propio comportamiento, que le parecía insuficientemente coherente.

Estudios de Filosofía y Biología en Múnich

Ilusionada, comenzó sus estudios de filosofía y biología en Múnich en 1942 y fue acogida calurosamente por el círculo de amigos de su hermano Hans, que también vivía en Múnich. Pero por mucho que Sophie deseara la vida estudiantil, apenas podía disfrutarla. Para ella, la dictadura y la guerra suponían una carga excesiva. Día tras día crecía el sentimiento de tener que hacer algo contra el régimen injusto. Cuando Hans Scholl y Alexander Schmorell escribieron los primeros panfletos de la Rosa Blanca en junio y julio de 1942, instando a la resistencia contra la dictadura nazi, Sophie Scholl lo tuvo claro: ella también participaría en la resistencia.

Muchas calles de Alemania llevan el nombre de Sophie Scholl.
Muchas calles de Alemania llevan el nombre de Sophie Scholl. © dpa/pa

Se considera muy probable que los hermanos Hans discutieran con Sophie Scholl los planes de sus panfletos. Ya en mayo de 1942, Sophie pidió a Fritz Hartnagel dinero y un cupón de racionamiento para adquirir una “máquina copiadora”. A Fritz, esta consulta le pareció peligrosa. Le advirtió que eso podría “costarle la cabeza”. Con todo, desde enero de 1943 Sophie Scholl formó parte del núcleo interno de la “Rosa Blanca” junto con Hans Scholl, Alexander Schmorell, Willi Graf, Christoph Probst y el profesor Kurt Huber. 

Sigo creyendo que es lo mejor que he podido hacer por mi pueblo en estos momentos.
Sophie Scholl

En la mañana del 18 de febrero de 1943, Sophie y Hans Scholl fueron descubiertos y detenidos cuando se encontraban repartiendo panfletos en la Universidad de Múnich. Durante el interrogatorio de la Policía Estatal Secreta, Sophie justificó sus actos: sigo creyendo que es lo mejor que he podido hacer por mi pueblo en estos momentos. Por eso, no me arrepiento de mis actos ...

Un edificio del Parlamento de la UE en Bruselas con el nombre de Sophie Scholl.
Un edificio del Parlamento de la UE en Bruselas con el nombre de Sophie Scholl. © Dpa/pa

Sophie y Hans Scholl y Christoph Probst fueron condenados a muerte por el Tribunal Popular el 22 de febrero de 1943 y ajusticiados aquel mismo día. Los otros tres miembros de la Rosa Blanca fueron ejecutados el 19 de abril. Algunos de sus colaboradores recibieron duras penas de prisión. En la actualidad, Sophie Scholl, asesinada a los 21 años, y sus compañeros de lucha, son modelos a seguir para muchas personas en todo el mundo. 

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Maren Gottschalk es autora de una biografía sobre Sophie Scholl: “Wie schwer ein Menschenleben wiegt” (Cuánto vale una vida humana), publicado en 2022.