Los jóvenes opinan
Desde los consejos de estudiantes hasta los parlamentos, los niños y jóvenes alemanes tienen muchas oportunidades para participar en política.
Pasta recocida, salsas insípidas, caras largas: la miserable comida del comedor escolar fue el catalizador para que Fabian Schön pasara a la acción. “Había que hacer algo. Y funcionó, pudimos cambiar las cosas”, recuerda este estudiante de bachillerato de 17 años de Neuenhagen (Brandeburgo). Junto con otras personas de ideas afines, habló con la dirección del colegio y consiguió que contrataran a un proveedor nuevo y mejor. Fabian lleva varios años apasionadamente implicado en el consejo de estudiantes y, desde agosto de 2024, es secretario general de la conferencia federal de alumnos escolares, la Bundesschülerkonferenz (BSK). En ella, estudiantes de toda Alemania debaten sobre temas muy diversos, desde la política educativa hasta la digitalización. Hay un tema que a Fabian le interesa especialmente: la salud mental. “Es muy importante sentirse a gusto en la escuela y disfrutar aprendiendo en un ambiente agradable”, subraya. Por eso, en la BSK aboga por que haya más trabajadores sociales y psicólogos en los colegios.
¿Compromiso? ¡Pues claro!
Además de los consejos escolares de alumnos, los niños y jóvenes de Alemania tienen otras muchas oportunidades para hacer oír su voz. En casi todas las ciudades hay parlamentos juveniles que intervienen en las decisiones políticas, ya se trate de instalaciones de ocio como pistas de skate o centros juveniles, de la planificación de los transportes o de grandes temas como la protección del clima o la inclusión. También hay actos, conferencias y campañas organizadas por asociaciones infantiles y juveniles, clubes e iniciativas. Por ejemplo, cada año en mayo, unos 300 jóvenes intercambian ideas en el Congreso de Compromiso Juvenil de Berlín. Por último, pero no por ello menos importante, las organizaciones juveniles de los partidos políticos participan en los debates actuales.
Los niños en Alemania: información rápida
La implicación de los jóvenes interesa mucho al Gobierno federal: el Plan de Acción Nacional para la Participación Infantil y Juvenil promueve la participación directa, visible y efectiva con numerosos formatos. En muchos municipios y estados federados, así como en las elecciones europeas, los jóvenes pueden votar a partir de los 16 años. En las elecciones al Bundestag, los votantes deben tener al menos 18 años, un tema muy discutido.
“El supuesto desencanto de los jóvenes con la política es ciertamente un mito, como confirma el último Estudio Shell sobre la Juventud. Queremos dar nuestra opinión porque, al fin y al cabo, está en juego nuestro futuro”, afirma Fabian Schön.