Canciones de Navidad para todos
¿Canciones de Navidad en un estadio de fútbol? La tradición de cantar en la época de adviento adquiere nuevas facetas en Alemania.
Hay que reconocer que es poco tiempo. Realmente en último minuto. Cuando todos los regalos están ya envueltos; el menú de Navidad, preparado y los adornos cuelgan del árbol de Navidad, el teatro Schauspielhaus Bochum convoca a participar en un “Seminario para refrescar las canciones de Navidad”. La noche del 23 de diciembre se dan cita allí quienes ya no recuerdan bien los textos de “Noche de paz”, “O Tannenbaum” o “Vengo de lo alto del cielo”. Los organizadores del evento lo promocionan, con una guiñada, así: “Cantar sin miedo bajo una dirección experimentada”. Un evento que seguramente no tiene un objetivo pedagógico, sino más bien de pasar un buen rato y prepararse interiormente para las fiestas.
Con la oferta de cantar en un gran grupo, el teatro toca el nervio de la época. Los alemanes aman la Navidad, no por último debido a su carácter familiar y comunitario. Las canciones son parte inseparable de la Navidad, pero a menudo sus textos ya no se recuerdan, quizás porque para muchos alemanes la relación de la fiesta con la Iglesia y el origen religioso de la celebración se han difuminado. Por ello, tampoco el evento que tiene lugar todos los años poco antes de la Nochebuena en el estadio del club de fútbol Unión Berlín puede calificarse necesariamente de espiritual. Por lo menos no es fútbol.
En 2003 se reunieron en el centro del campo de juego un par de docenas de fans del club para una celebración prenavideña. Bebieron vino con especias, comieron pan de especias y… cantaron. En los años siguientes, el grupo se fue agrandando. En la Navidad de 2010, 10.000 personas unieron sus voces en coro. Vinieron familias enteras y amigos aprovecharon la posibilidad para dar comienzo juntos los días festivos. Hoy, el evento es para muchos una cita obligada. Los improvisados comienzos se transformaron en una reunión organizada profesionalmente, aunque conservando su carácter espiritual. Un párroco lee en voz alta el relato sobre el nacimiento de Jesús, un coro escolar marca el compás y un grupo de vientos asegura un ambiente festivo. El club de fans reparte gratis velas y librillos con las canciones. El último año participaron 22.500 personas.
