Patrick Blanc y sus muros vegetales
Patrick Blanc, el pionero de los jardines verticales, despierta admiración también en Alemania.

“Jardines verticales” se llama desde hace algún tiempo la fórmula mágica para hacer crecer en las ciudades un máximo de verde en un mínimo de espacio. Su inventor es el botánico parisino Patrick Blanc, que se ha transformado en una solicitada estrella de los jardines verticales. Su idea fue tan genial como lógica: en las ciudades, donde los terrenos son pocos y caros, Blanc hace crecer una gran variedad de plantas por las paredes. Sus composiciones de arbustos, plantas con y sin flores, helechos, hierbas y musgos son llamadas por el biólogo simplemente “muros vegetales”.
Con sus muros vegetales, Blanc tiene éxito también en Alemania. El jardín vertical presentado al público en 2012 en la gran tienda Kulturkaufhaus Dussmann en Berlín es, con sus más de 6.000 plantas tropicales en una superficie de 270 metros cuadrados, el mayor jardín vertical interior realizado hasta ahora por el botánico parisino. El proyecto marca un nuevo récord entre sus aproximadamente 250 creaciones en todo el mundo. El muro vegetal de Berlín se alimenta de un estanque con unos 16.000 litros de agua.
Blanc patentó ya en 1988 su ingenioso sistema, que consiste en aplicar sobre muros exteriores e interiores alfombras de plantas en forma de cascadas. Desde entonces ajardina entre París y Tokio, Dubái y Sídney fachadas de edificios públicos de muchos metros de alto, grandes vestíbulos en edificios de importantes empresas, elegantes casas de moda, salas de espera de distinguidos hoteles y centros de compras, pero también de casas particulares, aparcamientos, puentes y calles. La biodiversidad de los paraísos verticales, estéticamente fascinantes, mejora la calidad del aire y reduce la contaminación.
Sobre todo arquitectos como Renzo Piano y Herzog & de Meuron aprecian mucho la nueva dimensión que abrió Blanc para una arquitectura híbrida que ofrece fascinantes perspectivas. A diferencia de los módulos de competidores como Green Wall, Garden Wall y Wonderwall, los jardines verticales de Blanc no necesitan tierra, sino que les basta con una membrana sintética. La marca distintiva de Blanc es la refinada composición de colores de sus muros florales, en los que el científico viajero expresa una y otra vez su pasión por las plantas.