El facilitador de Merkel
Lars-Hendrik Röller maneja muchos hilos: es el "sherpa" de la canciller alemana para la cumbre del G-20.

Almania. En el Himalaya, los sherpas cargan el equipaje de los escaladores por la montaña, instalan las carpas y preparan las comidas. Sin embargo, Lars-Hendrik Röller no es el "cuartel-maestre" de la canciller alemana. Pero sí es su "sherpa". Este hombre alto y de barba gris prepara el terreno hacia la cumbre de los 20 países industrializados y emergentes, más la Unión Europea, que se celebra del 7 al 8 de julio de 2017 en Hamburgo, de la cual Angela Merkel es anfitriona.
Desde hace seis años, este profesor de economía, que cumple 59 años pocos días después de la cumbre, es jefe del departamento de política financiera, económica y energética en la Cancillería Federal, con el título de "Representante personal de la canciller alemana para el G-7 y el G-20". Este cargo conlleva más trabajo que fama. Sobre todo si dichas cumbres se suceden en poco tiempo en el propio país: en 2015 la cumbre del G7 en Elmau, Baviera y ahora la cumbre del G-20 en Hamburgo. A cientos de llamadas y decenas de visitas de todo el mundo debe hacer frente Röller. Hay que sondear posiciones y coordinar declaraciones conjuntas. ¿Qué es posible hacer con quién y hasta qué punto? Röller maneja los hilos.
Cosmopolita multilingüe
Merkel conoce muy bien el valor de su cosmopolita y multilingüe asesor. Una leve afirmación con la cabeza aquí, una sonrisa singular allá: también la comunicación sin palabras funciona. Este padre de tres hijos se siente más cómodo detrás que delante de las cámaras de televisión. No es él sino la canciller quien debe brillar.
Sus primeros pasos en este cargo como personalidad que venía del mundo científico no fue fácil. Pero Röller pronto aprendió a hacer frente a los riesgos y desafíos de la actividad política internacional. El hijo de un exdirector general del Dresdner Bank se formó como economista en Estados Unidos. Más tarde fue investigador y docente en Fontainebleau, cerca de París, en Barcelona y Stanford. A partir de 1995 fue profesor de economía en la Universidad Humboldt de Berlín.
En 2003 hizo sus primeras experiencias en la política como asesor de la Comisión Europea. En los debates de la cancillería, Röller llamó la atención de la canciller. En 2006 regresó a Berlín para dirigir una universidad privada y más tarde se incorporó a la cancillería. Él mismo ha observado en algunas ocasiones, no sin irónica autocrítica, que no ha perdido su "estilo catedrático"
Con todo, su labor es eficiente: la cumbre del G7 en Elmau, la segunda en Alemania bajo el liderazgo de Merkel, ha quedado en la memoria como especialmente fructífera. Según estimaciones de la Universidad de Toronto, el 84 por ciento de los acuerdos de esta cumbre ha sido cumplido, ocupando así el segundo puesto entre las más exitosas cumbres en sus cuatro décadas, según los investigadores. Si la cumbre de Elmau fue la prueba de fuego política para el profesor Röller, ahora la cumbre del G-20 en Hamburgo deberá ser su obra maestra.
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