Ir al contenido principal

Arte debajo del techo

Nuevas perspectivas para artistas internacionales en Berlín: el sueco Henrik Strömberg trabaja en la buhardilla del Ministerio de Relaciones Exteriores como becario del programa AArtist in Residence.

14.03.2017
© Anika Büssemeier - Henrik Strömberg

¿Cómo llega un artista sueco a trabajar en una buhardilla del Ministerio de Relaciones Exteriores, en Berlín?, ¿en un espacio debajo del techo? La razón es una hermosa anécdota: cuando Frank-Walter Steinmeier asumió por primera vez, hace casi diez años, el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, subió un día, junto con el director de la Asociación de Galerías de Berlín, hasta los espacios debajo del techo del ministerio, la central de la diplomacia alemana. Allí arriba descubrió una de esas magníficas terrazas berlinesas desde las que se tiene una maravillosa vista sobre la capital alemana, desde los antiguos edificios de viviendas socialistas en el sur, pasando por la Torre de Televisión en la plaza Alexanderplatz, hasta el hospital Charité, en el norte. Steinmeier y su acompañante, sin embargo, también hallaron un gran espacio que los trabajadores de la construcción, por razones desconocidas, dejaron sin terminar en los años 1940. El recinto tiene un frente de ventanas, pero carece de un verdadero piso y de un cielorraso que esconda los cables eléctricos. Las paredes tampoco están enlucidas. El por entonces ministro de Relaciones Exteriores no quedó, sin embargo, en estado de shock, sino encantado, al oír que Werner Tammen, el director de la Asociación de Galerías de Berlín, murmuraba: “¡un espacio ideal para un artista!”

 “un espacio ideal para un artista”

Lo mismo piensa Henrik Strömberg. El artista sueco, formado en Londres y Praga, vive en Berlín desde hace diez años. Desde febrero de 2017 es “AArtist in Residence” en el marco de un programa del Ministerio de Relaciones Exteriores lanzado en 2016, luego de dos periodos de prueba, en cooperación con la Asociación de Galerías del Land de Berlín, que acondicionó el espacio vacío debajo del techo para ser usado como atelier. “Luego de todos estos años en Berlín, el espacio me abre perspectivas completamente nuevas”, dice Strömberg, que trabaja allí hasta fines de abril en su serie “Object Amnesic – The Compost”. En la serie, el artista tematiza la descomposición y transformación de materiales. Strömberg junta objetos que la gente ya no necesita, desde trofeos deportivos hasta jarrones, los deconstruye y forma con ellos nuevos objetos. Así surgen esculturas e imágenes, que contrasta con estudios fotográficos de la naturaleza. 

Temas internacionales

El atelier debajo del techo puede ser utilizado por tres artistas por año. Estos son elegidos por un jurado compuesto por críticos de arte, un curador y un galerista, teniendo como referencia solo criterios artísticos. El requisito es, además de ser representado por una galería de Berlín, que el artista provenga del exterior y viva en Berlín o, si es alemán, que en sus trabajos tenga nexos con otros países. Entre ellos se cuenta el fotógrafo Andréas Lang, “AArtist in Residence” en la primavera de 2016. En la buhardilla de la casa de su madre, Lang halló un diario personal y fotos históricas de su bisabuelo, que en 1914 había sido miembro del ejército colonial alemán en Camerún. Con el hallazgo en su equipaje, Lang viajó a África, tras las huellas de la historia colonial alemana. Las fotografías e instalaciones de video surgidas durante el viaje fueron expuestas hasta fines de febrero en el Museo Histórico Alemán, en Berlín. 

La artista Kerstin Honeit aprovechó en el verano de 2016 la beca para realizar investigaciones en el marco de los preparativos para su proyecto “Mi castillo, tu castillo”, un trabajo de video referido a un país “ya casi invisible y olvidado: la República Democrática Alemana (RDA)”. Ahmed Kamel, nacido en El Cairo en 1981, el tercer creador del primer año del programa, trabaja artísticamente en relación con el tema “Conflictos”, tanto a nivel personal como político. En 2017 ocuparán el espacio debajo del techo el artista libanés Said Baalbaki, de mayo a julio, y Beatrice Minda, en el otoño. 

Cuál será exactamente el foco de sus trabajos artísticos no sabe aún con certeza Henrik Strömberg, de 46 años, como dijo en un primer día de atelier abierto, en marzo: “El espacio es tan especial, que lo siento como una invitación a introducirme en nuevos mundos”. El interés por su trabajo es grande: vinieron 40 visitantes. Para el 6 y el 20 de abril están planeados otros dos días de atelier abierto. A más tardar en esas ocasiones quedará claro que el atelier bajo el techo es un espacio artístico muy particular. Como todos los visitantes del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien desea echar una mirada bajo el techo debe registrarse antes con nombre y apellido y puede entrar al atelier solo acompañado. 

Primer ministerio con artista invitado

Los visitantes no tienen problemas con la singularidad del lugar. “El Ministerio de Relaciones Exteriores es el primer ministerio alemán, quizás del mundo, que hace algo así”, dice Anemone Vostell, gerenta de la Asociación de Galerías de Berlín. Y agrega: “es magnífico que una institución como el ministerio se abra de esta forma”. Por qué lo hace y que el interés por el arte y la política es mutuo explicó el ministro de Relaciones Exteriores en un saludo en 2016. Los artistas pueden desarrollar nuevas perspectivas con respecto a temas que también están relacionados con la política exterior, dijo Steinmeier, y “deberían abrirnos a nosotros, los diplomáticos, una nueva perspectiva sobre nuestro trabajo y, simultáneamente, desafiarnos”, agregó. ¿Se interesa el personal del Ministerio de Relaciones Exteriores por el trabajo de Henrik Strömberg? “Uno que otro”, dice el artista, “pasa a echar un vistazo”. 

 

© www.deutschland.de