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Experimental 
Documenta 14

La Documenta 14 tendrá lugar en 2017 simultáneamente en Kassel y Atenas.

23.09.2015

Aprender de Atenas“. Muchos se sorprendieron, cuando Adam Szymczyk dio a conocer en Kassel, una metrópoli de provincia a 
dos horas de Fráncfort del Meno, el lema de la Documenta 14. ¿Qué puede aprender el mundo de Atenas? ¿Cómo un país se aproxima al borde del abismo? ¿Cómo el arte y la cultura manejan una crisis? La decisión del comisario artístico polaco, anteriormente durante diez años director del museo Kunsthalle de Basilea, de inaugurar en 2017 la mayor y más importante muestra de 
arte del mundo en Atenas y no en Kassel, fue muy controvertida y levantó revuelo. Pero la “provocación” de Szymczyk 
no es tan desacertada. En el palacio Schloss Wilhelmshöhe, incluido en la lista del Patrimonio Mundial, sigue estando muy visible la estatua de cobre del semidiós griego Hércules. Con su ideal de gobierno, los landgraves de Hesse-Kassel 
se orientaban por la Antigüedad. También el museo Fridericianum, desde 1955 lugar central de la Documenta, es, con 
su pórtico sostenido por seis columnas iónicas, un eco ar-quitectónico del Partenón. En el siglo XIX, también poco 
antes de la bancarrota estatal, fue elegido rey de Grecia 
el príncipe de Baviera Otón. A Kassel y Atenas separan 
2500 kilómetros. Pero las ciudades están más próximas de lo que se piensa.

La ciudad en el norte de Hesse fue escenario de espectacu­lares revoluciones artísticas. Luego de la modernidad se abrieron camino allí después de 1968 el arte moderno, el de acción y el político. Aquí, el propio comisario artístico se transformó en artista, en la persona de Harald Szeemann. 
En 1977 tuvo lugar la hasta entonces mayor Documenta. Los amigos del arte se entusiasman aún hoy con la “Bomba de miel” de Joseph Beuys, el “Mouse Museum” de Claes Oldenburg y el “Paquete de 5600 metros cúbicos”, de Christo & Jeanne- ­Claude. En 2002, Okwui Enwezor llevó, con “plataformas” de debate en Lagos, Viena, Nueva Delhi, Berlín y Santa Lucía, 
la 11ª edición de la Documenta a las zonas poscoloniales 
más problemáticas. Carolyn Christov-Bakargiev, que levantó 
revuelo en 2012 tematizando la cuestión de las formas no 
humanas del arte, organizó una muestra paralela de su 
13ª Documenta en un palacio en Kabul destruido por la 
guerra. “Collapse and Recovery – Colapso y Recuperación”, fue su argumento, el trauma de Kassel después de la guerra 
se manifiesta hoy sobre todo en la capital afgana.

Ayuda cultural para la reconstrucción intelectual, ese es 
el tema también de Adam Szymczyk, que ve a Atenas como símbolo de la crisis financiera global y de la crisis de Europa. Como en la Kassel de 1955, Atenas es un símbolo de “la necesidad de manejar el trauma de destrucción que el nacional­socialismo llevó a Alemania”. Con su concepción, el comisario artístico quiere impulsar un proceso de aprendizaje entre 
las metrópolis en Hesse y el Mediterráneo. Y cuando dice: “El sur es la puerta de entrada de los inmigrantes, el norte es una fortaleza” retoma el mayor problema de Europa. Y simultáneamente continúa en el arte la vieja discusión de si en el 
Viejo Continente una divisoria cultural separa al norte de la racionalidad del sur del “laissez faire”. Para unos se trata de política, para otros de una inesperada posibilidad. “La Documenta es una extraordinaria posibilidad para mostrar que, 
a pesar de la crisis, la cultura y la creatividad siguen vivas en la ciudad”, dice Georgios Kaminis, primer alcalde de Atenas. Annette Kulenkampff, administradora general de la Documenta, subraya lo que une a ambas ciudades. “Lo que la 
economía y la política no logran en estos tiempos, podría lograrlo el arte: tender puentes, superar fronteras y eliminar prejuicios”, dice.

Transformar el arte y la Documenta en un foro de debate 
sobre la crisis y un puente aéreo de la solidaridad es tan riesgoso como ambicioso. Interesante es esta vez la forma con­creta que adquiera. La Documenta abrió una dependencia en el barrio artístico de Exarchia. El trabajo del equipo ateniense es dirigido por Marina Fokidis, directora de centro de arte Kunsthalle Athena, uno de los socios de cooperación de la 
Documenta, junto con la Escuela de Bellas Artes y la Bienal de Atenas. En la Documenta 14 participarán unos 100 artistas. Cada uno de ellos está invitado a visitar tanto Kassel como Atenas y desarrollar un proyecto para cada una de las sedes. Lo que surja de sus experiencias en el lugar podrá ser visto en las dos exposiciones que se inaugurarán el 8 de abril de 2017 en Atenas y el 10 de junio en el Fridericianum de Kassel. Adam Szymczyk desea que la muestra de Atenas sea “más que una exposición clásica”. Vuelos regulares entre Kassel y Atenas asegurarán que no solo la escena internacional del arte y aquellos que lo pueden pagar disfruten del acontecimiento.

En ambos sitios, las exposiciones durarán cien días. Y tendrán seguramente un efecto de bola de nieve. Muchas instituciones en Grecia y Alemania orientan sus programas por la “Documenta griega”. Tanta atención solo puede ser positiva para la cultura en Grecia, muy afectada por la crisis. Y si 2017 se transforma internacionalmente en un “Año de Grecia”, la 
Documenta 14 no solo sería una señal de solidaridad, sino 
que al final efectivamente todo el mundo habría aprendido algo de Atenas. ▪