Berlín fuera de los caminos trillados
¿Sabíais que Venecia está en Berlín? ¿Y cómo era una vivienda típica de la RDA? ¡Acompañadnos a descubrir la capital alemana!

Museos insólitos
¿Asqueroso o solo inusual? El Disgusting Food Museum o Museo de la Comida Repugnante de Berlín pone a prueba los prejuicios culinarios. Aquí, los visitantes encuentran platos de todo el mundo que en un primer momento causan repulsión a muchos: “surströmming” (del sueco: arenque fermentado), ojos de oveja o queso con gusanos. También se trata del entendimiento cultural y de cuestiones sobre la relación entre hábitos alimenticios y protección del clima y de los animales. Si os atrevéis —y tenéis hambre—, podéis probar algunas de las inusuales exquisiteces del museo.

En el siguiente museo no hay nada para comer, pero sí una cocina: la Plattenbau-Museumswohnung o vivienda-museo del estilo arquitectónico Plattenbau, en Berlín-Hellersdorf, es una cápsula del tiempo: la última vivienda prefabricada y característica de la RDA amueblada como lo estaba originalmente. Las grandes urbanizaciones con un estilo arquitectónico socialista eran ultramodernas aquí en los años ochenta. Desde el televisor hasta el salero, pasando por la lámpara de techo, en este piso bien conservado de la periferia oriental de Berlín se puede vivir de cerca la vida cotidiana de la RDA.

Naturaleza oculta en la gran ciudad
Con el molino de viento del distrito de Berlín-Marzahn, el Bockwindmühle, viajaréis aún más atrás en el tiempo. En este idílico paisaje del histórico distrito de Alt-Marzahn, el molino de viento transforma el grano en harina tal y como se hacía en 1900. Conoceréis el funcionamiento mecánico de las aspas giratorias con el viento y la evolución técnica de la molinería hasta nuestros días.

La idílica Nueva Venecia, en el distrito de Treptow-Köpenick, ofrece una experiencia en la naturaleza completamente distinta. Creada en la década de 1920 como zona residencial y de fin de semana, la “Italia berlinesa” sigue caracterizándose por sus parcelas verdes, casitas con embarcaderos, vías fluviales encantadas y una vegetación exuberante. En una excursión en canoa, podréis remar por el ramificado sistema de canales del Müggelspree: a lo largo de estrechos canales flanqueados por sauces llorones y bajo puentes de cuento de hadas. Rápidamente olvidaréis que estáis en una metrópolis con millones de habitantes.
