Arte por doquier
Cada cinco años tiene lugar en Kassel la exposición mundial de arte Documenta. La muestra marca a la ciudad desde hace décadas.
Jardines flotantes y símbolos de la paz como avanzadillas de la Documenta 15: ya antes del comienzo de la exposición mundial de arte, obras en la ciudad de Kassel dan a los visitantes una idea de lo que los espera. En el río Fulda se hallan ya desde mediados de junio los dos “Floating Gardens” de la artista Ilona Németh, curadora de la muestra: el “Future Garden”, que alberga plantas capaces de limpiar el suelo de sustancias tóxicas, y el “Healing Garden”, en el que crecen hierbas y plantas que coexisten en forma particularmente armónica. La Documenta se hizo presente este año temprano en el centro de la ciudad de Kassel: el artista rumano Dan Perjovschi, por ejemplo, pintó las columnas de la entrada principal del Museo Fridericianum con pintura negra y dibujó sobre ellas símbolos y signos blancos sobre temas como la paz, la solidaridad y la sostenibilidad.
En el prado Karlswiese se exhibe una instalación de basura realizada por el colectivo de artistas kenianos “The Nest Collective”. Los artistas, provenientes de Nairobi, quieren llamar la atención sobre el transporte de basura, residuos electrónicos y textiles a los países del Sur global, donde contribuyen a la destrucción del medio ambiente y la economía.
Cada cinco años, la muestra mundial de arte atrae a numeroso público a Kassel, ciudad situada en el centro de Alemania. Junto con la Bienal de Venecia, la Documenta se considera el escaparate más importante del arte contemporáneo. La 15ª edición tiene lugar en Kassel del 18 de junio al 25 de septiembre de 2022 y es comisariada por el grupo de artistas indonesios Ruangrupa según el principio Lumbung. “Lumbung” es la palabra indonesia que designa un granero de arroz comunitario donde se almacena el excedente de la cosecha en beneficio de toda la comunidad.
Durante la visita también vale la pena echar un vistazo a las obras de arte de exposiciones anteriores, que siguen dominando el paisaje de la ciudad. La Documenta 6, de 1977, dejó una huella muy particular. En la plaza Friedrichsplatz, cerca de la estatua del Landgrave Friedrich II, se puede ver el “Kilómetro terrestre vertical” del artista estadounidense Walter De Maria, aunque sólo en forma de pequeño disco de latón en una losa de piedra arenisca. El resto, una varilla de latón de 1.000 metros de longitud, se incrustó en el suelo y permanece oculta a la vista.
La instalación “Rahmenbau”, del grupo de artistas Haus-Rucker-Co, en cambio, es visible desde lejos. Consiste en una construcción de dos marcos, uno grande y uno más pequeño, unidos por cables de acero y una plataforma transitable, situada sobre la escalera “Gustav Mahler”. La mirada del espectador es guiada desde el marco grande a través del pequeño y desde allí hacia la Orangerie del Parque Estatal de Karlsaue.
Todos los sábados, la primera escultura de luz láser permanente del mundo en un espacio urbano público ilumina el cielo nocturno de Kassel. Un rayo verde y otro rojo del “Laserscape”, de Horst H. Baumann, unen la estatua de Hércules, la Orangerie, el museo Hessisches Landesmuseum y el Parque Karlsaue, es decir, los puntos más importantes de la ciudad.
Con el inicio de la Documenta 7 en 1982, Joseph Beuys comenzó con la plantación de “7.000 robles” en distintos lugares de Kassel. Al lado de cada árbol colocó, además, una estela de basalto. Las 7.000 estelas de basalto necesarias para ellos se depositaron en la plaza Friedrichsplatz, frente al Museo Fridericianum, siendo utilizadas luego poco a poco. Cuanto más árboles se plantaban, más pequeña se hacía la escultura de estelas. La obra de arte paisajística se completó en 1987 para la Documenta 8.
También en 1982, Claes Oldenburg colocó “La piqueta” a orillas del río Fulda, cerca del puente Drahtbrücke. El monumento de gran tamaño de la herramienta hace referencia a la reconstrucción de Kassel tras la Segunda Guerra Mundial. Según Oldenburg, Hércules, cuya estatua se eleva sobre Kassel en el parque Bergpark, lanzó la piqueta hasta allí.
“Los extraños”, en el pórtico del antiguo Palacio Rojo, adosado actualmente al edificio de una gran tienda en la plaza Friedrichsplatz, encarnan desde la Documenta 9, en 1992, la exclusión y la falta de integración. Las tres figuras humanas de cerámica representando personas de diferentes orígenes étnicos y geográficos, varadas con su equipaje sobre el pórtico, parecen indefensas y aisladas. Con los ojos abatidos, contemplan el bullicio de la Friedrichsplatz, incapaz de participar en la vida urbana.
El “Hombre caminando hacia el cielo”, de Jonathan Borofsky, también creado en el contexto de la Documenta 9, parece dirigirse imparablemente hacia arriba. La figura masculina, a la que los ciudadanos de Kassel llaman el “Asaltante de los cielos”, parece desplazarse con brío y determinación hacia arriba sobre un tubo de acero. El tubo tiene 25 metros de longitud y un ángulo de inclinación de 63 grados, elevándose 15 metros en el aire en la explanada del centro cultural Kulturbahnhof..
Al borde del parque Karlsaue, cerca de la escalera “Gustav Mahler”, la obra de arte "Idee di Pietra" invita a la especulación desde la Documenta 13, celebrada en 2012. Conocida como el “Árbol Penone”, la escultura del artista Giuseppe Penone, de unos nueve metros de altura, consiste en un nogal de bronce, realizado con un molde tomado de un nogal real. Sus ramas están muy recortadas y en su corona lleva un bloque errático de granito. Al igual que con la cuestión del huevo y la gallina, queda abierto si la roca fue levantada por el árbol o si cayó del cielo.
Objeto de discusiones luego de la Documenta 14, hace cinco años, fue el “Monumento a los extranjeros y refugiados”, de Olu Oguibe. La obra de arte en forma de obelisco lleva la inscripción en bajorrelieve dorado “Fui forastero y me dieron alojamiento” –una cita del Evangelio según San Mateo– en los cuatro idiomas más hablados en Kassel: alemán, inglés, turco y árabe. Durante la Documenta, estuvo en la plaza Königsplatz. El artista nigeriano-estadounidense quería que permaneciera allí, pero finalmente fue trasladada a la cercana calle Treppenstrasse, con el consentimiento de Oguibe.
Una escultura que a menudo se confunde con una obra de arte de la Documenta, pero que no lo es, también causó revuelo. Antes de que comenzara la Documenta 13, en 2012, el artista Stephan Balkenhol había colocado su “Hombre en la torre” en la iglesia de Santa Isabel en la plaza Friedrichsplatz. La obra muestra a un hombre de pie con los brazos extendidos parado sobre una esfera dorada en lo alto de un hueco en la torre de la iglesia. La entonces directora de la Documenta, Carolyn Christov-Bakargiev, consideró que la escultura, que no formaba parte de la Documenta, perturbaba su exposición. Balkenhol acabó donando la obra a la Iglesia Católica.
(con material de dpa)