Los sitios preferidos en la Isla de los Museos: “Aquí está mi corazón”
¿Cuáles son los sitios preferidos del personal de la Isla de los Museos? Tres lugares que generan grandes emociones.

Stefanie Meisgeier, voluntaria científica de la Antigua Galería Nacional
“La sala de la cúpula de la Antigua Galería Nacional me parece imponente. Es un espacio lleno de luz, con un techo azul maravilloso y estrellas doradas pintadas. Me encantan los detalles y los ornamentos que pueden descubrirse allí. Pero lo que más me gusta son las estructuras con forma de concha en el techo. Los colores son simplemente preciosos. La sala de la cúpula es un espacio para relajarse en el medio del museo. Cada día vuelvo a asombrarme una y otra vez. Es una gran alegría poder trabajar aquí”.
Rüdiger Perleberg, agente de seguridad de la Isla de los Museos desde hace 26 años
“La Antigua Galería Nacional es mi sitio preferido, donde está mi corazón. Es mi lugar llueva o truene. Aunque, para mí, el sol sale cada día cuando estoy aquí. Es un espacio que reúne lo nuevo y lo antiguo, un sitio donde siempre hay algo sucediendo. Podría escribir varios libros sobre lo que he vivido aquí en todos estos años. Pero mi función no solo es controlar, también soy un punto de información para las personas que visitan la Isla y eso me divierte, las conversaciones me inspiran. Por eso vengo a trabajar todos los días con una sonrisa”.

Profesora Friederike Seyfried, directora del Museo Egipcio
“Las escaleras del Museo Nuevo son mi espacio preferido. Son una obra maestra del arquitecto David Chipperfield. Cuando asumí mi cargo en el año 2009 y vi por primera vez las escaleras, tuve una sensación impresionante, fue una experiencia extraordinaria. Disfruto mucho, sobre todo, cuando puedo estar sola allí. Es un privilegio que tengo cada mañana temprano y el museo todavía está vacío. Pero también cuando hay muchas personas es un espacio para respirar profundamente por su magnitud, su extensión y su solemnidad. Un momento especial fue cuando el Coro de la Radio de Berlín (Rundfunkchor Berlin) cantó a capela aquí. La acústica era increíble, casi como si estuviéramos en una catedral. El espacio de las escaleras es un sitio maravilloso”.
