7,5 centímetros de diversión infantil
Los amables rostros de las figuras de Playmobil vienen conquistando con sus sonrisas los corazones de incontables niños de todo el mundo desde hace casi cuatro décadas. Todo comenzó en una pequeña fábrica en Franconia.
Una fábrica de bisagras para cofres y cerraduras, fundada en 1876 por Andreas Brandstätter en Fürth, iba a convertirse en la cuna de un ejército de adorables figuritas de plástico. Su hijo, Georg Brandstätter, sirvió de inspiración para el nombre de la empresa Geobra Brandstätter, cuya sede central se estableció en 1921 en la ciudad de Zirndorf, en Franconia, Alemania. Allí, bajo la dirección del único y actual propietario, comenzó la historia de éxito del Playmobil. La crisis del petróleo obligó a Brandstätter a vender un sistema de juguetes con alto valor lúdico y bajo consumo de material plástico.
Había llegado el gran momento del carpintero Hans Beck, que desde 1958 era jefe de desarrollo en Geobra Brandstätter. Primero, el “padre” de todas las figuras de Playmobil creó el primer muñequito: medía exactamente 7,5 centímetros de alto, es decir, cabía muy bien en la mano de un niño, tenía brazos y manos móviles y una mirada simpática. Sobre esa base, el departamento de desarrollo de productos de Beck elaboró poco después universos completos de juguetes. Edificios, vehículos y animales, todos adaptados en escala y diseño a las figuras. El resultado de ese trabajo se introdujo en el mercado en 1974, y es hoy el éxito mundial llamado Playmobil. Pocos años después, Geobra Brandstätter era el fabricante de juguetes de mayores ventas en Alemania. En 2011, la empresa obtuvo una facturación de 564 millones de euros y ya contaba con unos 3500 empleados. Con 55 millones de juegos vendidos en todo el mundo, Playmobil batió nuevamente su récord de ventas en la historia de la compañía.
Mientras que alrededor del 70 por ciento de todos los juguetes que se venden en Alemania provienen del Lejano Oriente, esta empresa fabrica en sus propias instalaciones en Alemania y Europa. Y el corazón de la producción se halla en la planta en Dietenhofen, Franconia. Todavía hoy los ingenieros de Playmobil desarrollan anualmente unas 120 innovaciones. Con motivo de la celebración del 50ª aniversario de la organización ecológica WWF en Alemania y Austria, Playmobil ha presentado por ejemplo cuatro juegos con especies en peligro de extinción.
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