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Baterías en el fondo del mar

Con un nuevo tipo de central hidroeléctrica reversible, investigadores alemanes quieren almacenar energía eólica y utilizarla cuando se la necesite.

29.03.2016
© HOCHTIEF Solutions - Storing Energy at Sea

Algunos lo llaman “huevo de mar”. Oficialmente, el proyecto es denominado StEnSea: Storing Energy at Sea. Se trata de una esfera hueca de hormigón que almacena en el fondo del mar energía eólica sobrante y la entrega según las necesidades. Lo que idearon los investigadores del Instituto Fraunhofer de Energía Eólica y Técnica de Sistemas Energéticos, con sede en Kassel, tiene como objetivo solucionar el problema básico de la energía eólica como suministradora confiable de corriente eléctrica: el viento no sopla constantemente, a veces hay temporales; otras, calma completa. En caso de tempestades, a menudo las palas de los rotores de los parques eólicos deben ser detenidas, para no sobrecargar las líneas de la red eléctrica. Además, el consumo de corriente eléctrica oscila fuertemente entre el día y la noche. Las centrales hidroeléctricas reversibles que puedan absorber esos superávits necesitan mucho espacio y suficientes diferencias de altura. Por eso las hay sobre todo en el sur de Alemania, en los Alpes y las montañas medias, pero los grandes parques eólicos se hallan en el norte.

El principio de las centrales hidroeléctricas reversibles transferido de la tierra al mar

Diez ingenieros bajo la dirección del físico Jochen Bard trabajan en Kassel en el desarrollo de una técnica que permita almacenar la energía generada cerca de las costas en gigantescas esferas huecas de hormigón en el mar. Las esferas tienen un diámetro de 30 metros y paredes de unos tres metros de grosor. Serán ancladas en el fondo del mar a 700 metros de profundidad. Como en las centrales hidroeléctricas reversibles terrestres, también en las esferas es aprovechada la fuerza de flujo del agua, pero en lugar de enormes lagos a diferentes alturas, sirve de depósito la esfera en el fondo del mar. Socio industrial es el grupo Hochtief.

Cuando se necesita corriente eléctrica, la esfera es anegada. El flujo de agua que entra por arriba en la esfera mueve una turbina. Esta genera electricidad y alimenta con ella la red. En caso de superávit de corriente, la turbina se transforma en bomba, que vacía la esfera, recomenzando el ciclo. Cada esfera alcanza una potencia de 20 megavatios. Un parque de 200 en el fondo del mar pondría a disposición una potencia de compensación de cuatro gigavatios en un lapso de pocas horas.

El proyecto es apoyado por el Ministerio Federal de Investigación hasta la primavera de 2017. Un ensayo con un modelo en miniatura con esferas de tres metros de diámetro comenzará en el Lago de Constanza en el otoño de 2016. La implementación del proyecto en mar abierto depende también de cuán rápida sea la expansión de las energías renovables en otros países, dice Bard. “El proyecto tiene importancia más bien como tecnología de exportación, ya que el Mar del Norte no tiene la profundidad necesaria”. Esta es en promedio de solo 90 metros. Solamente en un estrecho canal ante las costas de Noruega se alcanzan 725 metros de profundidad. Ese sería un lugar óptimo para los “huevos de mar”. 

www.energiesystemtechnik.iwes.fraunhofer.de/de/projekte/suche/laufende/stensea-_-storing-energy-at-sea.html

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