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Dilo democráticamente

Migración y educación: cómo estudiantes en Estados Unidos y América Latina se interiorizan de la política alemana en el marco de un concurso de debates. 

07.12.2017
Sofía Poenitz, Carlos Fernández Méndez, Elizabeth Modrow, Sofía Stieglitz
Sofía Poenitz, Carlos Fernández Méndez, Elizabeth Modrow, Sofía Stieglitz © privat

El nerviosismo afloró durante el discurso espontáneo de agradecimiento: la voz de Sofia Poenitz se hizo algo más aguda al hablar de la “linda experiencia” que le había brindado el concurso de debate PASCH en relación con las elecciones de 2017 para el Bundestag. En la sala plenaria del Parlamento en Buenos Aires, la estudiante de 16 años del Colegio Goethe de Rosario, Argentina, había sido elegida la mejor de entre cuatro finalistas. En el concurso habían participado 29 colegios alemanes en el exterior, de Argentina, Uruguay y Estados Unidos, miembros de la iniciativa PASCH (“Los colegios, socios para el futuro”), en los que el idioma alemán tiene destacada importancia. La iniciativa para el evento había partido del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania. 

Los cuatro finalistas en la sala plenaria del Parlamento en Buenos Aires
Los cuatro finalistas en la sala plenaria del Parlamento en Buenos Aires © privat

El objetivo del proyecto es interesar a los estudiantes que aprenden alemán por temas políticos de Alemania. No se trata de poseer excelentes conocimientos de alemán, sino de analizar complejos temas políticos del país. Los estudiantes recibieron previamente textos en su lengua materna, por ejemplo, partes traducidas de los programas de los partidos políticos que se presentaron a las elecciones para el Bundestag, y buscaron complementariamente más información en Internet. 

Contacto visual y juego limpio

El concurso se llevó a cabo en 20 colegios en Argentina y Uruguay y nueve en Estados Unidos. Paralelamente, 40 estudiantes debatieron en un concurso más pequeño en el Goethe-Institut de El Cairo, en el que participaron más de diez colegios. En América Latina y Estados Unidos, los estudiantes se prepararon en grupos para los temas migración, protección ambiental y Alemania en la Unión Europea. Para clasificarse para la ronda regional, los estudiantes debieron realizar una exposición oral. En la segunda ronda, debieron demostrar cuán bien entienden la política actual en Alemania, presentando las posiciones políticas de los diversos partidos, que les fueron asignados por sorteo.

Los candidatos tuvieron luego una media hora para prepararse, antes de abrir las rondas de debate con una exposición de 90 segundos. Los participantes presentaron y defendieron sus posiciones con seriedad y locuacidad, pero sin ataques verbales. Las reglas básicas de la retórica fueron de gran utilidad: buscar el contacto visual con el público, repetir los argumentos más importantes, subrayar lo dicho con el lenguaje corporal y no transmitir demasiado contenido de una sola vez. Sofia Poenitz llevó a la práctica esos puntos en forma muy convincente. 

Todos eran muy buenos, pero Sofia Poenitz fue quien mejor respondió a los argumentos de sus adversarios.
Christian Krüger, Embajada de Alemania en Buenos Aires

En la final, en la sala plenaria del Parlamento en Buenos Aires, la estudiante argentina asumió el papel de una representante de “La Izquierda”. Ni ella ni los otros participantes se dejaron impresionar por el majestuoso ambiente decorado con madera oscura y las 200 personas presentes, entre público invitado y altos representantes, tales como Cornelia Schmidt-Liermann, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores. 

Tampoco por el hecho de que interesados pudieron seguir el evento vía internet en vivo también desde fuera del Parlamento. Los cuatro finalistas discutieron con fundados argumentos sobre la migración y los refugiados, la solidaridad y las posibilidades de estudiar en Alemania. “Todos eran muy buenos, pero Sofia Poenitz fue quien mejor respondió a los argumentos de sus adversarios”, dice Christian Krüger, del departamento de Cultura de la Embajada de Alemania en Buenos Aires. Esa fue una de las razones por las cuales los nueve miembros del jurado de la red Netzwerk Deutsch y de fundaciones políticas alemanas eligieron ganadora a Sofia Poenitz. El premio es un viaje educativo a Berlín con un acompañante de su elección. 

Debates a alto nivel

En Estados Unidos, el concurso fue ganado también por una joven estudiante. Grace Frey, de San Antonio, Texas, convenció al jurado en la final, que tuvo lugar en el Goethe-Institut de Washington, con fuertes argumentos en relación con el tema del “cambio climático”. Ya antes se había impuesto defendiendo posiciones de un partido conservador de derecha, que no se correspondían para nada con sus propios puntos de vista, pero que le había tocado por sorteo. 

Debates apasionantes, comprometidos y a muy alto nivel sobre temas esenciales de la política alemana, tales como cambio climático y migración: eso es lo que quedará en la memoria de este primer concurso de debate en los colegios PASCH en Estados Unidos. “Para una democracia es esencial una cultura viva de debates y discusiones, una contienda de posiciones y argumentos en la brega por el voto de los ciudadanos”, dijo Boris Ruge, viceembajador de Alemania en Washington con ocasión de la entrega de premios. Con razón puede esperarse ahora que este concurso tenga efectos positivos entre los participantes y el público de todos los países. Y que convenza a muchas personas de aprender alemán. Aprender una lengua extranjera significa no solo memorizar vocablos y conjugaciones, sino sumergirse también en el mundo de ideas de otro país. 

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