Ir al contenido principal

“Dar forma al mundo conectado”

Alemania estrena la presidencia del grupo del G20 en un año con importantes citas.

01.12.2016
© dpa/Wang Chuan - G20

Berlín (dpa) - Alemania asume por primera vez la presidencia rotativa del grupo del G20 y acogerá la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno poco antes de las elecciones generales en el país. Pero, ¿no han pasado de moda estos megaencuentros teniendo en cuenta la tendencia nacionalista que apuntan políticos Donald Trump?

Los apasionados a la vela lo reconocen inmediatamente: El símbolo elegido por el Gobierno alemán para la presidencia alemana del G20, que comienza este jueves, es un nudo marinero. Un nudo que une cuerda del mismo grosor. Mientras, en la imagen, sobre los colores de la bandera alemana (negro-rojo-gualdo), se lee el lema "Dar forma al mundo conectado".

El desarrollo de los 19 países industrializados y emergentes más importantes, así como el de la Unión Europea (UE), está abierto. ¿Se conectarán los jefes de Estado y de Gobierno de manera más estrecha los unos con los otros, así como requiere realmente la globalización? ¿O aislarán de nuevo a sus países y mirarán todo desde el punto de vista del nacionalismo, como se teme que haga el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump?

El Gobierno de la canciller Angela Merkel quiere potenciar la primera variante. Interconectar el mundo, dar apoyo a las personas del este al oeste y del sur al norte en sus siempre veloces vidas cotidianas marcadas por las influencias internacionales.

Dar forma al mundo conectado no es un lema obvio para un Gobierno en los tiempos actuales si se mira el nacionalismo en otros países, declararon diplomáticos el martes en Berlín.

A partir de este jueves Alemania tendrá la presidencia del G20 durante un año. Precisamente en 2017, en septiembre, se celebrarán las elecciones generales en el país europeo. Por ello la cumbre en la ciudad de nacimiento de Merkel, Hamburgo, tendrá lugar el 7 y 8 de julio y no en el otoño boreal como es tradicional.

De esta manera, el Gobierno germano tendrá sólo siete meses para preparar todo el programa para la cita en la ciudad portuaria del norte de Alemania. Una tarea difícil teniendo en cuenta que aún se desconoce qué intereses tendrá en el G20 el nuevo Gobierno de Estados Unidos que asumirá sus funciones a finales de enero.

Sin embargo, en febrero se reúnen ya los ministros de Exteriores y en marzo los de Finanzas. El Ministerio de Finanzas, liderado por Wolfgang Schäuble, ve por ello posible un fracaso de la presidencia alemana del G20. La gran preocupación se sitúa en que Estados Unidos abandone el ya de por sí complicado camino hacia la protección del clima, el comercio, la lucha contra los paraísos fiscales y la regulación del mercado financiero.

Para Merkel, estos encuentros multilaterales son ahora más importantes de lo que quizá eran anteriormente y no han perdido vigencia. "Todo lo contrario", aseguró la mandataria alemana en su videomensaje semanal emitido el pasado sábado. En su opinión, la historia ha mostrado que "concentrarse en su propio país" más bien acaba siendo perjudicial en lugar de aportar beneficios.

La canciller alemana quiere fijar África como uno de los puntos centrales en 2017. "Es el continente más descolgado del desarrollo económico del conjunto de la humanidad", aseguró. En su opinión la pregunta debería ser cómo pasar de la clásica ayuda al desarrollo a una verdadera economía que pueda sostenerse por sí misma en los países africanos. "Muchas cosas se han hecho ya bien, pero aún no se han logrado resultados suficientes", agregó.

Merkel quiere también una mayor implicación de las organizaciones no gubernamentales y dar más espacio a los críticos para que puedan dar su opinión. Todo lo contrario de lo que sucedió en la cumbre de septiembre en China.

El objetivo del Gobierno alemán es mostrar que "una buena convivencia, una estructuración humana de la globalización sólo es posible cuando se coopera, cuando nos mantenemos juntos", indicó la mandataria germana. Esto unido a un razonable ordenamiento financiero y económico, apuntó sobre una cumbre que se centrará también en la sanidad.

El grupo del G20 se creó en 1999 en Berlín como reacción a la crisis financiera en Asia. En un primer momento fue concebido como un foro de ministros de Finanzas. Los jefes de Estado y de Gobierno se sumaron en 2008.

Desde entonces, estos encuentros son vistos como un lugar central para discutir sobre economía mundial, aún cuando no se adopte medida alguna. Asimismo, actualmente es el único foro en el que el presidente ruso, Vladimir Putin, se sienta con las potencias occidentales. "Si trabajamos solos, cada uno para sí mismo, no solucionaremos los problemas del mundo", afirmó Merkel.

Está constituido por siete de los países más industrializados - Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido- (G7), más Rusia (G8), más once países de todas las regiones del mundo - China, Brasil, Australia, México, India, Corea del Sur, Indonesia, Turquía, Arabia Saudí, Sudáfrica, Argentina- y la Unión Europea como bloque económico.

 

Más información

Con motivo del comienzo de la presidencia alemana del G20 se relanzó el jueves la página web oficial del grupo www.g20.org.