Ir al contenido principal

Encuentros en Berlín

Tlalit Kiz de Israel trabaja un año en la Casa de la Conferencia de Wannsee.

11.06.2014
© Stephan Pramme - Tlalit Kiz

Cuando en ocasión de un seminario conocí por primera vez la Casa de la Conferencia de Wannsee, supe de inmediato que tenía que trabajar allí. Quedé impresionada con la especial forma de conmemoración. Aquí no se trata solo del horror en sí mismo, se exponen también documentos, actas y las personas detrás de todos esos archivos, los verdugos burócratas.

Soy profesora y viajé mucho en el periodo posterior a mi servicio en el ejército y anterior a mis estudios. En Yad Vashem, Israel y en Auschwitz, Polonia, aprendí a dar visitas guiadas. Me gusta hablar con gente. Cuando un visitante pide un guía en hebreo y yo no tengo tiempo, asumo la tarea. Mi familia no estuvo afectada directamente por el Holocausto. Mis padres eran de Rumania y Bulgaria. Yo crecí en un kibutz, en el sur de Israel. Ahora vivo en Berlín, en el barrio de Neu­kölln. La zona me gusta, porque es muy internacional, y también porque aquí israelíes y árabes viven pacíficamente como vecinos. De hecho, me siento muy bien en Berlín. Tal vez me quede a vivir más tiempo.“ ■

TLALIT KIZ // CASA DE LA CONFERENCIA DE WANNSEE

Como voluntaria del Servicio de Conciliación de 
Acción por la Paz (ASF), la joven de 29 años apoya la labor conmemorativa de la Casa de la Conferencia de Wannsee. En la antigua mansión de un fabricante se reunieron el 20 de enero de 1942 representantes del aparato de poder nazi y los ministerios del Reich para debatir sobre la llamada “solución final a la cuestión judía”: la deportación y el genocidio de 
los judíos europeos. Hoy en día, en el recinto se 
puede visitar una exposición acerca del tema. Hay programas educativos que enseñan la historia del nacionalsocialismo y del Holocausto. En la foto se ve a Tlalit sobre la terraza de la mansión.

Protocolo: Clara Görtz, Helen Sibum, Foto: Stephan Pramme