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Donde viven los alemanes

Con aproximadamente 82 millones, Alemania se caracteriza por una gran variedad y número de ciudades y comunas.

14.08.2012
Wiedenborstel Straßenschild
© dpa

El cartel amarillo en la ruta nacional 121, a unos 60 kilómetros al norte de Hamburgo, indica el camino que lleva a la quizás más idílica localidad rural de Alemania: Wiedenborstel. Más pequeña, imposible, dicen los expertos en cifras de la Oficina Federal de Estadística. Con once habitantes, incluido el alcalde, la “mini aldea” de Schleswig-Holstein, encabeza la lista de los más pequeños municipios en Alemania. En Wiedenborstel se vive plácidamente en medio de un parque natural. El concepto de vecindad tiene aquí singulares dimensiones. Con una superficie de 4,5 kilómetros cuadrados, la densidad demográfica de Wiedenborstel es de apenas 1,1 habitantes por kilómetro cuadrado. El promedio en Alemania, uno de los países más densamente poblados de Europa, es de unos 230 habitantes por kilómetro cuadrado. Todo lo contrario a Wiedenborstel se halla unos 350 kilómetros más al sudeste: Berlín. La mayor ciudad de Alemania tiene 3,4 millones de habitantes. En la capital pulsa la vida de una gran metrópoli. Su densidad demográfica es de 3849 personas por kilómetro cuadrado. Una mayor densidad se registra sólo en Múnich: 4405.

Wiedenborstel y Berlín: dos ejemplos que muestran cómo vive la gente en Alemania y cuán grandes pueden ser los contrastes entre el centro y la periferia. Alemania es el país de Europa con más habitantes. En sus 357.021 kilómetros cuadrados de superficie viven unos 82 millones de seres humanos, en una gran variedad y un gran número de ciudades y comunas. De las aproximadamente 4500 comunas y uniones de comunas, el 30 por ciento son ciudades y el 70 por ciento, distritos rurales. Pero la mayoría porcentual de las comunas rurales engaña: tres cuartas partes de la población de Alemania vive en ciudades.

Trabajar, ir de compras, ofertas de tiempo libre y culturales: para la profesora Martina Löw, investigadora urbana y socióloga de la Universidad Técnica de Darmstadt, las ciudades son puntos de cristalización de la vida social, cultural y profesional, y lugares donde la gente vive a gusto. En Alemania hay numerosas ciudades y regiones urbanas de diferentes tamaños. Destacable es que, si bien el país tiene muchas grandes ciudades, sólo cuatro superan el millón de habitantes: Berlín, Hamburgo, Múnich y Colonia. Y otro elemento llama la atención en Alemania, con su sistema federal: la capital, Berlín, no es el único centro metropolitano. Desde el espacio, ello se aprecia muy bien. De noche, varias partes del país brillan en forma particularmente clara. Un astronauta podría contar teóricamente 81 grandes ciudades, 611 ciudades medianas y 1584 ciudades pequeñas. En el norte, el este y el sur de Alemania podría reconocer algunos grandes centros urbanos, y alrededor, pequeñas ciudades y poblaciones. En el oeste, por el contrario, podría constatar que la mayor parte de la población se concentra allí en las aglomeraciones urbanas de las grandes regiones económicas a orillas del Rin, el Ruhr y el Meno, así como en las aglomeraciones del sudoeste de Alemania.

En Alemania, la población rural clásica es más bien una excepción. La vida en el campo tiene lugar hoy en el entorno y las cercanías de las grandes ciudades, donde se halla también alrededor del 40 por ciento de todos los puestos de trabajo. Muchas comunas en zonas periféricas de grandes ciudades se han desarrollado dinámicamente, escribe en un estudio un sobre la vida en el campo el Instituto Federal de Investigación en las Áreas de la Construcción, la Ciudad y la Ordenación Territorial (BBSR). La síntesis: la vida rural es a menudo vida familiar, se desarrolla en la casa propia y supone tener un automóvil, por razones de movilidad. Sin embargo, no todas las zonas rurales son iguales: los pueblos en las cercanías de grandes ciudades son de otro tipo y su población tiene una estructura social diferente a la de los pueblos en la periferia. Alemania es una sociedad en movimiento. A menudo, los traslados de una región a otra tienen lugar por motivos privados: un casamiento o un nuevo puesto de trabajo. Pero en la migración interna en Alemania también se reconoce una tendencia estable: los movimientos van del norte y el este al sur y el suroeste, es decir, a regiones económicamente más fuertes. En los últimos años, la migración interna en Alemania ha, sin embargo, disminuido. En la mitad de la primera década del siglo XXI, unos 3,5 millones de personas migraron internamente (4,2 por ciento de la población), medio millón menos que a mediados de los años 1990. Del sureste, la migración interna se dirige principalmente a Baviera y Baden-Wurtemberg; del noreste, mayormente a Hamburgo y Renania del Norte-Westfalia. Además se constata que la generación de entre 18 y 30 años de edad es sumamente móvil, mientras que las personas de más edad son más sedentarias.

En su proyecto de Atlas Nacional, el Instituto Leibniz de Geografía, con sede en Leipzig, ha estudiado en detalle algunas transformaciones. La conclusión: los años desde la caída del Muro y la reunificación en 1989/90 están marcados en Alemania por dinámicos procesos de migración interna. La mayor parte de la migración interna tuvo lugar del este al oeste, pero también se registró una fuerte corriente del oeste al este. Entre los años 2000 y 2007 tuvo lugar una migración interna de 1,5 millones de personas del este de Alemania al oeste. Simultáneamente, alrededor de un millón de alemanes del oeste se fueron a vivir al este: cada año, unas 120.000 a 140.000 personas, tantas como habitantes tiene una ciudad media. Las metas preferidas fueron Berlín y Sajonia, el Estado federado con mayor población en el este de Alemania.

Mientras que algunas partes del medio rural pierden cada vez más habitantes, la integración de la ciudad y el campo aumenta. Un buen ejemplo de ello son las regiones metropolitanas, consideradas motores del desarrollo social, económico y cultural, y que desempeñan un gran papel en la competencia internacional por inversiones. Alemania tiene once importantes espacios metropolitanos, el mayor número en Europa. Entre los doce más importantes espacios metropolitanos del continente se cuentan, de acuerdo con un estudio del BBSR, cuatro alemanes: FráncfortRinMeno, Rin-Ruhr, Berlín y Múnich. Rin-Ruhr se destaca por su poderío económico; Berlín, como centro político y Múnich, como centro científico.

¿Es la región metropolitana un modelo para el futuro, en vista de desafíos tales como el cambio demográfico, el desarrollo urbano con poco consumo de recursos naturales y la movilidad ecológica? La investigadora urbana Martina Löw cree que a largo plazo las ciudades medianas serán más atractivas que las grandes. “Decisivo es que las grandes ciudades permanezcan experimentables para sus habitantes, pues sólo así éstos pueden identificarse con ellas. Lo que en Alemania llamamos gran ciudad es a nivel mundial un tamaño atractivo.”