Ir al contenido principal

Dr. Oetker y los gustos del mundo

El grupo de alimentación Dr. Oetker, de Bielefeld, adapta en todo el mundo sus recetas a los gustos predominantes en cada uno de los países.

23.01.2014
picture-alliance/dpa - Nutrition
picture-alliance/dpa - Nutrition © picture-alliance/dpa - Nutrition

Los canadienses la prefieren con salchicha picante; los británicos, con mozzarella; los polacos, con salsa de hongos y jamón y los alemanes, con salame: la pizza congelada es muy popular en todo el mundo, pero en cada país en una variante diferente. “La globalización termina en comidas y bebidas”, dice Claus Günther, director del departamento de Investigación y Desarrollo de Alimentos del grupo Dr. Oetker. Günther conoce las preferencias y los gustos del mundo. Fundada hace más de un siglo en Bielefeld, la empresa familiar Dr. Oetker es uno de los fabricantes de marca líderes en la industria alimentaria alemana y desarrolla actividades en unos 40 países.  

Que los gustos del mundo no son unitarios se constata también en un estudio encargado por la Comisión de la Unión Europea. Encuestados fueron casi 2.000 niños de ocho países europeos. El factor más determinante fue la nacionalidad. A más de siete de cada diez niños alemanes les gusta comer  galletas con mucha grasa; en Chipre y Suecia, a menos de cuatro de cada diez. Niños alemanes y belgas aman el zumo de manzana con su dulzor natural, mientras que los suecos, húngaros e italianos lo prefieren más endulzado.

Para dar con el gusto de los consumidores en todo el mundo, Dr. Oetker posee varios departamentos de Investigación y Desarrollo en todo el mundo y fabrica sus productos en diferentes países. Hay fenómenos, no obstante, que tampoco pueden explicar los expertos del experimentado grupo de la alimentación. Uno de los ejemplos es la gelatina. En Noruega, la gelatina es muy popular, mientras que en Suecia, Finlandia y Dinamarca casi no hay demanda de productos de gelatina. Lo mismo sucede en Europa Oriental: en Polonia se vende mucha gelatina con los sabores galio oloroso, frambuesa y limón; en Hungría y la República Checa, por el contrario, prácticamente no se come gelatina.

Grandes diferencias entre el norte y el sur constatan Claus Günther y sus colegas en sus recetas de budín: en Turquía es muy popular el budín de chocolate con mucha azúcar y un trozo de mantequilla, mientras que los belgas prefieren postres con poca fécula. Y en Eslovaquia es inimaginable un postre de chocolate sin trocitos de galleta. Las diferencias en las culturas gastronómicas están enraizadas en los respectivos países desde hace siglos. Dr. Oetker trata, sin embargo, de satisfacer también tendencias de hoy: en Alemania, por ejemplo, los consumidores demanda crecientemente productos naturales y con poca azúcar.

44 Feria Internacional de Golosinas (ISM), del 26 al 29 de enero de 2014 en Colonia

www.oetker.de

www.ism-cologne.de

© www.deutschland.de