Motivados
Con motivo del inicio de los Juegos Paralímpicos en Pieonchang, presentamos a tres atletas del equipo olímpico alemán.
La estrella: la esquiadora de monoesquí Anna Schaffelhuber (25)
El mundo del deporte quedó impactado: cinco sensacionales medallas de oro logró Anna Schaffelhuber en los Juegos Paralímpicos de Invierno 2014 en Sochi, Rusia. En descenso, slalom, slalom gigante, súper combinación y súper G. Y en todas estas disciplinas se presenta también en Pieonchang esta estudiante de magisterio de Múnich. A los cinco años comenzó a esquiar. Debido a su paraplejia, corre sentada en un monoesquí. Schaffelhuber es imparable: después de un fracaso hay que apuntar de nuevo hacia arriba", afirma. También personas sin discapacidad cuentan que les motiva probar cosas nuevas".
Quick facts
El joven talento: el esquiador de fondo Nico Messinger (23)
Entre los atletas alemanes que compiten en Pieonchang en esquí nórdico (esquí de fondo y biatlón), Nico Messinger es el más joven y un deportista con mucho potencial. El entrenador nacional lo elogia así: "Ha progresado mucho este invierno, porque completó su formación y ha podido concentrarse por completo en el deporte". El vendedor de automóviles residente en Friburgo ha tenido problemas de visión desde siempre. Por eso debe seguir en la senda a un esquiador guía. Un proyecto en la escuela primaria llevó a Messinger al esquí de fondo. Ahora hace su debut en los Juegos Paralímpicos y señala: "No hay nada más grande para un atleta".
La flexible: la esquiadora de biatlón Anja Wicker (26)
De niña, Anja Wicker recibió un triciclo manual de regalo, porque la silla de ruedas no satisfacía su necesidad de moverse. Su discapacidad, una malformación de la parte inferior de la columna, no le ha impedido probar diferentes deportes. También ha tenido mucho éxito en carreras de triciclo manual, pero su atención se centra en el biatlón. Una vez en la pista, cinco correas la sujetan a un trineo especialmente preparado. En los Juegos de Invierno en Sochi ganó oro en la distancia de más de diez kilómetros, y plata en la carrera de más de 12,5 kilómetros. En la vida diaria, esta alemana de Stuttgart nota cómo su silla de ruedas inquita a algunas personas. Por eso su consejo es: "Lo mejor es preguntar y ofrecer ayuda". Lo máximo que puede pasar es que te digan “no”.
