El negocio de la aventura
A los alemanes les encanta regalar experiencias excitantes. Y ese deseo de aventura beneficia a todo un sector económico.
Un ramo de flores, una caja de bombones o un buen libro parece que ya no es suficiente para muchos. A los alemanes les encanta regalar experiencias excitantes. Puede ser un salto en paracaídas, un curso de buceo o visita a una ciudad. Todo un sector económico se beneficia de esta creciente demanda de obsequios que prometen nuevas experiencias. Y las empresas que hacen un negocio de la oferta de estos paquetes turísticos son por ejemplo "Mydays", "Jollydays" y "Meventi".
Pero casi nadie encarna mejor este deseo de obsequio inusual como Jochen Schweizer. El fundador del grupo empresarial del mismo nombre llevaba una vida al límite en su juventud: era doble en rodajes de películas y obtuvo muchos éxitos como kayakista. Su especialidad eran las grandes piruetas en aguas salvajes. Hoy Schweizer tiene 56 años y aún le encantan las aventuras, pero ahora las vende a otros. Unos 300 empleados en la sede de Múnich distribuyen en su nombre 1300 diversos tipos de actividades. Muchas de ellas tienen que ver con potentes motores y mucha adrenalina, como conducir una Ferrari o viajar en una veloz lancha. Hoy ya es posible contratar un vuelo al espacio exterior. Basta consultar precios.
Pero no siempre tiene que ser algo espectacular, explican los vendedores de experiencias inusuales. Si al principio eran especialmente jóvenes clientas las que buscaban un regalo especial para su pareja, hoy en día también son niños y personas mayores los destinatarios. El "Familien-Fotoshooting", por ejemplo, incluye a toda la familia y los servicios de spa se venden muy bien.
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