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El domador del Oso

Dieter Kosslick es desde 2001 director de la Berlinale. En su cargo ha renovado el festival con ideas originales y fortalecido la posición del cine alemán.

06.02.2013
© picture-alliance/dpa

Anteriormente escribió discursos para el alcalde de Hamburgo Hans-Ulrich Klose, fue portavoz de prensa de la Delegada para Asuntos de la Mujer y redactor de la revista “konkret”. En 1983, Dieter Kosslick pasó a trabajar en el sector cinematográfico. Fue director de Fomento Cinematográfico de Hamburgo y trasformó luego a la Fundación del Cine del land de Renania del Norte-Westfalia en una de las más importantes instituciones de fomento cinematográfico.

Dieter Kosslick es desde 2001 director de la Berlinale, hoy uno de los más importantes festivales cinematográficos del mundo, junto con Cannes y Venecia. El evento cultural de doce días, que tradicionalmente tiene lugar en febrero y cuenta con un presupuesto de unos 19,5 millones de euros, es también un importante factor económico. A Kosslick y su equipo se debe en gran parte que a la Berlinale acudan todos los años varias estrellas, numerosos cinéfilos, 4.000 periodistas y 16.000 especialistas en cine provenientes de 130 países. Paralelamente al concurso por el “Oso de Oro” tiene lugar el “Mercado Europeo de Cine”, una exitosa feria con 400 expositores.

Kosslick ha renovado el festival con ideas frescas. Desde la guardería propia del festival hasta la huella de CO2 neutral en cuanto a sus efectos para el clima. Desde la serie “Cine culinario”, para gourmets, pasando por el “Talent Campus” para directores jóvenes hasta la “Alfombra roja voladora”, que lleva el festival a los barrios. Y sobre todo ha fortalecido la posición del cine alemán. En la Berlinale celebran hoy éxitos internacionales cineastas como Hans-Christian Schmidt, Christian Petzold y Oskar Roehler, y actrices como Nina Hoss y Sandra Hüller. Que la superposición de fechas con el Oscar pueda amenazar el glamur de Berlín, Kosslick lo contrarresta con una ofensiva de simpatía. Por ejemplo dirigiéndose directamente a estrellas que se hallan en Berlín para trabajos de filmación: “Cuando George Clooney va a comer al restaurante Borchardt, me permito hablarle para recordarle la Berlinale”.

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