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“La IA se convierte en un sparring virtual”

¿Cómo puede beneficiarse el periodismo de ChatGPT y otros sistemas de IA? La directora de innovación de DW, Marie Kilg, nos explica las oportunidades y los riesgos que entraña la inteligencia artificial. 

Lisa Priller-Gebhardt , 26.04.2023
Marie Kilg - periodista y directora de innovación en DW.
Marie Kilg - periodista y directora de innovación en DW. © David-Pierce Brill

Desde que ChatGPT ha puesto de manifiesto el poder de la inteligencia artificial en todo el mundo, el empleo de modelos de IA en periodismo también ha sido objeto de intensos debates en Alemania.  Marie Kilg es periodista y directora de innovación en Deutsche Welle (DW) . Nos cuenta lo que puede y no puede hacer la tecnología, los peligros que entraña y si resultará perjudicial a largo plazo para el periodismo.

Sra. Kilg, ¿dónde en qué ámbitos se está usando ya la IA en las redacciones?
Bueno, lo primero: no existe “una única IA”. Desde hace tiempo se viene usando el periodismo automatizado, por ejemplo, en la información bursátil y deportiva. Las herramientas de IA generativa, que están adquiriendo relevancia gracias a ChatGPT, permiten sin embargo hacer más cosas, como sintetizar textos, redactar artículos y generar imágenes. El diario alemán taz publica actualmente una columna mensual con textos generados por una IA ficticia, que yo he desarrollado con un equipo. Otro ejemplo, no tan habitual: en el programa de radio “Münchner Runde” del Bayerischer Rundfunk, el robot Pepper mantuvo un debate asistido por ChatGPT con los invitados al estudio.  

¿Qué ventajas aporta la IA a los editores?
Por un lado, la IA nos libra de tareas poco estimulantes o que requieren mucho tiempo. Por ejemplo, nos ayuda a transcribir los archivos de las entrevistas. Ya no es necesaria una transcripción manual. Esto nos deja más tiempo para investigar. Por otra parte, ChatGPT puede ayudar a crear guiones y textos basados en una lista de palabras. Además de agilizar el trabajo, ayuda a algunas personas a superar el bloqueo de escritor, porque ya se dispone de un texto que sólo hay que adaptar al estilo individual. Esto convierte a la IA en un sparring virtual.  

El software de IA no puede distinguir entre la realidad y la ficción. ¿Qué peligros entraña?
Si se respetan los criterios periodísticos, la IA no es más peligrosa que una búsqueda en Google o en Wikipedia. El peligro sólo aparece cuando la gente utiliza la tecnología y no es consciente de la herramienta con la que está trabajando, ni de sus límites. Y sí, también se puede utilizar la IA con fines maliciosos. Palabra clave: fake news. Es algo contra lo que tenemos que luchar. 

¿Quién es responsable cuando la IA comete errores?
El avance es tan rápido que la jurisprudencia va muy por detrás. En el ámbito de la ética de la IA y en los medios de comunicación, existe un amplio consenso en cuanto a que las personas no deben ceder su responsabilidad. La agencia de noticias dpa, por ejemplo, ha publicado recientemente una serie de directrices para trabajar con IA, que estipulan, entre otras cosas, que la IA sólo debe utilizarse “bajo supervisión humana”. 

¿Deben temer los periodistas por su empleo?
Los puestos de trabajo están sujetos a cambios constantes, y lo mismo ocurre con el periodismo. ¿Quién hubiese imaginado hace unos años que ser creador de contenidos en Tiktok podría convertirse en una profesión periodística? Sin embargo, la IA cambiará aún más la forma de trabajar de los periodistas. Pero hay una buena noticia: el modelo esencial de periodismo se mantiene. Seguimos necesitando personas capaces de sintetizar contextos complejos de modo que otros puedan comprenderlos y formarse una opinión en base a ello, para contribuir activamente a forjar la sociedad.  

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