Producir inteligentemente, comprar online
Cómo la revolución digital transforma cada vez más nuestras vidas – Parte 4: Economía
En Bremen, una luz posterior de automóvil se fabrica sola. Organiza cuándo debe ser equipada con los componentes electrónicos, la lamparilla y la junta y –según los deseos del cliente– con uno de tres acristalados posibles. En Stuttgart, el mantenimiento de máquinas Bosch se realiza a distancia. Repuestos o un técnico pueden ser solicitados directamente a través del sistema. Eso evita interrupciones en la producción y ahorra costos. En Múnich, especialistas en software trabajan en representar virtualmente una fábrica completa de BMW. Si lo logran, la fábrica podrá autoorganizarse en el futuro. Actualmente, las fábricas se aproximan en toda Alemania a una visión: la industria 4.0, es decir, una producción inteligente, eficiente y sostenible que se autoorganiza. La cuarta Revolución Industrial promete un enorme aumento de eficiencia. Pero antes, las TIC deben ser integradas en el proceso de producción. CPS, Cyber Physical Systems, se llama la tecnología con la que los materiales y máquinas adquieren “inteligencia”. Piezas en bruto, por ejemplo, son dotadas de un chip RFID en el que se programa todo el proceso de producción
Realidad es hace tiempo, por el contrario, el comercio online. Según un estudio actual de BITKOM, la asociación del sector de las TIC, el 94 por ciento de los usuarios alemanes de Internet mayores de 14 años compran hoy a través de Internet: son 51 millones de consumidores. El irresistible ascenso del e-comercio supone oportunidades, pero también riesgos. Por un lado es una amenaza para los comercios convencionales en las ciudades; por otro, cada vez más pequeños comerciantes recurren al comercio online para trascender su entorno local y acceder al mercado nacional e incluso global. Una quinta parte de las empresas vende hoy a través de Internet, pero más de la mitad compra a través de la red. ▪