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Parques de estrellas para Alemania

La luz artificial hace que nuestras noches sean cada vez más luminosas. Esto no sólo supone un derroche de energía, sino también una carga para ecosistemas enteros. 

Klaus LüberKlaus Lüber , 18.03.2023
Manuel Philipp y Alina Baginski, de “Paten der Nacht” en el Parque de las Estrellas de Winkelmoosalm Manuel Philipp y Alina Baginski, de “Paten der Nacht” en el Parque de las Estrellas de Winkelmoosalm
Manuel Philipp y Alina Baginski, de “Paten der Nacht” en el Parque de las Estrellas de Winkelmoosalm © Sebastian Voltmer

Apagar las luces durante una hora el 25 de marzo en muchos lugares del mundo con motivo de la Hora del Planeta para defender el medio ambiente y protestar contra el derroche de energía sigue siendo insuficiente para Manuel Philipp. “La verdad es que siempre me ha molestado un poco la Hora del Planeta”, dice el físico y astrónomo. “No es que me oponga al valor simbólico de la iniciativa. Pero existe un problema muy evidente que esta iniciativa apenas ha abordado hasta ahora. Y que tiene consecuencias al menos tan dramáticas como nuestro consumo excesivo de energía, que es de lo que se trata al renunciar a la luz artificial”. 

En opinión de Philipp: la luz es el verdadero problema. Entretanto, hay tanta luz artificial que los expertos hablan de una auténtica contaminación de nuestro espacio vital. Especialmente sobre las grandes ciudades se forman enormes campanas de luz que emiten luz artificial en un radio de hasta 200 kilómetros. Y según un reciente estudio del Centro Alemán de Geoinvestigación (GFZ) de Potsdam, la luz artificial sigue aumentando en todo el mundo casi un 10 por ciento anual. 

Campana de luz sobre las ciudades de Prien y Bernau en Baviera Campana de luz sobre las ciudades de Prien y Bernau en Baviera
Campana de luz sobre las ciudades de Prien y Bernau en Baviera © Paten der Nacht

Iluminación mortal para muchos insectos 

En las ciudades, las noches son tan luminosas que apenas permiten ver las estrellas. Las organizaciones ecologistas advierten de las consecuencias que la contaminación lumínica tiene sobre ecosistemas enteros. El insomnio provocado por la alteración del ritmo circadiano, que padecen cada vez más personas, es el menor de los problemas. Según Philipp, “para los insectos nocturnos, muchos de los cuales también desempeñan un papel importante como polinizadores, las fuentes de luz son como auténticas aspiradoras”. “Se sienten atraídos por ellas, y acaban siendo pasto de otros animales o mueren de agotamiento.”  

Esto no debería ser así. “Aproximadamente un tercio de la luz que producimos por la noche se desperdicia. Así que podríamos prescindir perfectamente de ella, sin miedo a tener que caminar en el futuro por calles oscuras”, señala Philipp. En 2019, fundó la iniciativa “Paten der Nacht” (Padrinos de la Noche) para conseguir un uso más responsable de la luz artificial. 

Earth Night y la Vía Láctea sobre Fráncfort 

Al estilo de la Earth Hour, en 2020 se lanzó la iniciativa Earth Night. Se trata de apagar siempre las luces en septiembre, con la luna nueva, no sólo durante una hora, sino durante toda la noche. Más de cien ciudades participaron en 2022, y Philipp consiguió que unos 30 municipios apagaran su alumbrado público. A veces Philipp imagina cómo sería si desapareciera de verdad toda la luz artificial en una gran ciudad: “Entonces sería posible contemplar la Vía Láctea desde la ciudad de Fráncfort.”  

El entusiasmo que el astrónomo profesa por las estrellas acabó llevándole a este tema. En los Alpes alemanes y gracias a su iniciativa, se creó uno de los cinco parques de estrellas de Alemania: se trata de zonas de protección lumínica con la menor iluminación artificial posible, certificadas por la International Dark-Sky Association (IDA) estadounidense. En todo el mundo existen 175 Dark-Sky Communities de este tipo. 

© www.deutschland.de 

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