10 Razones para Europa
A pesar de la crisis de deuda y la debilidad del euro: no hay opción a la UE. Un alegato a favor de Europa.

La Unión Europea (UE) no solo se halla en medio de una crisis monetaria, sino también de una crisis de confianza. Así lo demuestran las encuestas de los últimos meses. ¿Tiene la integración europea aún sentido? Muchos se lo preguntan. Mientras la Comisión de la UE impone una rebaja de los costos de las llamadas telefónicas internacionales vía celular y crea un número unitario para llamadas de emergencia (112), lo que oye la población con referencia a Europa son noticias sobre cumbres, paraguas de rescate, desavenencias sobre cuál es la senda correcta para salir de la crisis y amenazas de cargas financieras y sociales. La pregunta “¿necesitamos aún la Unión Europea?” puede ser formulada... y debe ser respondida con un “sí” rotundo. A continuación esbozaremos diez razones para ello.
1. LA UE ASEGURA LA PAZ EN EUROPA. Esta afirmación es calificada de banalidad por muchos críticos de la UE, porque la paz no corre peligro, por lo menos en el corazón del continente. Por suerte, ello es cierto… y es el resultado de la política europea de integración. Que, si se acaba la integración, vaya a permanecer así por todos los tiempos no es seguro. ¿A quién se le ocurriría retirar los cimientos de una casa porque ha demostrado solidez durante 60 años?
2. LA UE APOYA LA PAZ EN EL MUNDO. Nuestro planeta es azotado por guerras y violencia, hambre y enfermedades. La UE no lo puede impedir. No obstante, con la cooperación para el desarrollo y la asistencia de emergencia, la UE contribuye a abordar los problemas. La UE y sus Estados miembros son los mayores contribuyentes de cooperación para el desarrollo. Financian la mayor parte del presupuesto de las Naciones Unidas y participan en misiones de paz con mandato de la ONU. Su cooperación con países de África, América Latina y Asia tiene como objetivo crear allí estructuras económicas sustentables, combatir la corrupción y apoyar el buen gobierno.
3. LA UE GARANTIZA LA LIBERTAD DE EUROPA. Los Tratados Europeos y la Carta de Derechos Humanos de la UE aseguran que ello siga siendo así. Si bien es cierto que en uno u otro país de la UE algunos movimientos populistas siembran dudas acerca de sus convicciones democráticas, las reglas europeas impiden que la democracia pueda colapsar en un Estado miembro. Algunas organizaciones internacionales, como el Consejo de Europa, la OTAN y la OCDE, poseen una asamblea parlamentaria consultiva, pero solo la Unión Europea dispone de un Parlamento operativo y activo, elegido directamente por los ciudadanos, que influyen así sobre las decisiones que los atañen y las legitiman.
4. LA UE GARANTIZA LA LIBERTAD EN EUROPA. Un fin de semana en Varsovia, trabajar en Ámsterdam, pasar las vacaciones en Francia y estudiar en Estonia: la UE lo hace posible. Lo esencial no son los viajes sin controles fronterizos, sino la libertad general de circulación, la armonización de los títulos universitarios, la posibilidad de transferir derechos jubilatorios, el seguro europeo de enfermedad y muchas cosas más que hacen posible la movilidad moderna.
5. LA UE CONFORMA EL FUTURO EN EUROPA. La globalización no puede detenerse y tiene grandes consecuencias para Europa. Nuevas potencias económicas, como los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) exigen poder ejercer influencia sobre el orden mundial. No se les puede negar. Si Europa quiere que sus posiciones sean escuchadas en la política mundial, ello solo será posible a través de un coro europeo y no de voces nacionales individuales.
6. LA UE ES EL MAYOR MERCADO DEL MUNDO. Las cuatro libertades del mercado interno (para bienes, servicios, trabajo y capital) aseguran a todos los ciudadanos de la UE grandes posibilidades de elección en el consumo y a los trabajadores y empresarios, buenas perspectivas económicas. Ello significa también una dura competencia. Lo que para cada uno puede suponer estrés, es para Europa como plaza económica un programa permanente de alta productividad, del que todos se benefician.
7. LA UE CONFORMA EL FUTURO DE EUROPA. Ninguna otra institución tiene el poder y las posibilidades de estructurar el continente europeo tal como lo hace la UE. La unión de 27, próximamente 28 países, el Espacio Económico Europeo, la Política Europea de Vecindad con el Este y el Sur, la Asociación Estratégica con Rusia: todo ello solo puede ser llevado a la práctica por una UE fuerte. El G20, que se transforma cada vez más en un instrumento de diseño de la globalización, está conformado por los 19 países industrializados más importantes y la UE.
8. LA UE PROTEGE EL MEDIO AMBIENTE. El cambio climático fue visto durante mucho tiempo como una invención de ecologistas excéntricos. Hoy, sus consecuencias son realidad y se notan tanto en las regiones árticas como en el Pacífico. Con sus ambiciosas metas de reducir la emisión de gases de efecto invernadero, ahorrar energía e impulsar las energías renovables, la UE proporciona al mundo impulsos para limitar el calentamiento del planeta. La UE sola no podrá alcanzar el objetivo, pero sin la UE es inimaginable.
9. LA UE PROTEGE LA DIVERSIDAD CULTURAL. En las actividades cotidianas, 23, próximamente 24, idiomas oficiales son una plaga. Pero la consigna de la UE “Unidad en la diversidad” describe una idea que respeta la identidad de los seres humanos y las naciones y les ayuda a vivir y disfrutar de sus diferencias. La riqueza de culturas, la variedad de mentalidades, la amplia paleta de su literatura, artes plásticas y música y las diversas religiones hacen de la UE un espacio en que cada uno puede encontrar su lugar.
10. LA UE ALBERGA UNA EXITOSA UNIÓN MONETARIA. Esta afirmación puede despertar sorpresa en los tiempos que corren. Las dificultades por las que atraviesa la Unión Monetaria son evidentes. Pero, debido a las actuales turbulencias, no debería condenarse la idea en sí, que no solo supone ahorrar los costos de cambio de moneda en las fronteras. En la puesta en práctica de la Unión Monetaria se cometieron errores, sobre todo que los 17 países de la zona euro no se atuvieron a las reglas que se dieron a sí mismos. Como sucede a menudo, la actual terapia es más dolorosa de lo que hubiera sido la prevención. Pero el esfuerzo vale la pena. Con el mercado interno y la unión monetaria, la libertad de circulación y la comunidad de valores, la UE crea un singular espacio social de acción para los ciudadanos europeos. La Unión Monetaria es parte de esa idea, por lo cual, a pesar de las dificultades actuales, países como Polonia y Bulgaria no han abandonado su intención de ingresar a la eurozona.
CONCLUSIÓN: La Unión Europea está lejos de ser un paraíso. Sobre todos los puntos aquí expuestos puede debatirse y muchas cosas pueden mejorarse. La UE no es perfecta ni nunca lo será. Pero es lo mejor que le ha pasado hasta ahora. Deberíamos realizar un análisis crítico para mejorarla, pero no destruirla con palabras. ¿Cuál sería la opción? Podría argumentarse que también a los suizos y a los noruegos les va bien. Ello es cierto… y tiene que ver con la Unión Europea. Pueden desarrollarse en una Europa democrática porque detrás de la gran roca de la UE no sopla el viento. No es casualidad que ambos países estén estrechamente ligados a la UE a través del Espacio Económico Europeo (Noruega) y por numerosos tratados bilaterales (Suiza). Si la UE se desintegra, no todos vivirían como los suizos o noruegos, ni siquiera los suizos y noruegos.
Quien no quiera comenzar de nuevo en 1950 ni tener que volver a aproximar con mucho esfuerzo a países que compiten entre sí, no debería poner en juego a la Unión Europea.
El Prof. Dr. Eckart D. Stratenschulte es desde 1993 director de la Academia Europea de Berlín y destacado experto en cuestiones europeas.