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Luchadora por un Zimbabue sin minas

La desminadora Rosemary Chigariro tiene un trabajo peligroso. Sin embargo, con su labor, está contribuyendo a aumentar la seguridad para el pueblo de Zimbabue. 

Clara KrugClara Krug, 16.04.2024
La desminadora Rosemary Chigariro coordinándose con su equipo.
La desminadora Rosemary Chigariro coordinándose con su equipo. © 2024 Norwegian People´s Aid

Un día de trabajo típico para Rosemary Chigariro comienza con una preparación minuciosa. Esta mujer de 31 años se informa detalladamente sobre el terreno por el que se dispone a caminar: ¿Cuál es la naturaleza del terreno, qué riesgos y peligros entraña, cómo proceden exactamente ella y su equipo, cómo se comunican entre sí? A continuación, Chigariro se pone la ropa de trabajo – visera, chaleco antibalas, guantes, botas hasta la rodilla – y recoge su equipo: un detector de metales, herramientas para la desactivación, dispositivo de comunicación, material de primeros auxilios. A continuación, ella y sus compañeros se dirigen al lugar en el que tienen previsto trabajar hoy. A partir de ahora, permanecerá concentrada durante horas y extremará las precauciones. Utiliza su detector de minas para realizar un examen minucioso del terreno, inspeccionando cada metro cuadrado en busca de minas terrestres. 

Rosemary Chigariro trabaja desde hace once años como desminadora para la organización Norwegian People’s Aid (NPA) en su país natal, Zimbabue. La NPA también cuenta con el apoyo de Alemania. El trabajo que realizan Chigariro y sus colegas exige una gran paciencia, estricta disciplina y resulta agotador. Sólo su equipo pesa ya como mínimo diez kilos. Además, la labor de desminado es sumamente peligrosa, ya que una mina terrestre puede detonar inesperadamente en cualquier momento. Pero Chigariro es consciente de la importancia que reviste su trabajo para el país y el pueblo de Zimbabue. 

Grandes peligros por campos minados

La guerra de independencia de Zimbabue en la década de 1970 ha dejado huellas catastróficas a lo largo de la frontera con Mozambique, que perduran hasta hoy. De acuerdo con la fundación “Welt ohne Minen” (Mundo sin Minas), esta región alberga uno de los cinturones de minas más densos del mundo. Estos campos minados fueron colocados frecuentemente muy cerca de casas, escuelas, hospitales y a lo largo de tierras agrícolas. El camino hacia el pozo, el hospital más cercano o la escuela supone un peligro, las tierras fértiles quedan incultivables y los niños arriesgan sus vidas al jugar. 

El trabajo de Chigariro y sus colegas también cuenta con el apoyo de Alemania.
El trabajo de Chigariro y sus colegas también cuenta con el apoyo de Alemania. © 2024 Norwegian People´s Aid

El compromiso de Alemania por un mundo sin minas

Alemania está comprometida con el objetivo compartido de lograr un mundo sin minas, tanto en Zimbabue como en muchos otros países. En abril de 2024, el Ministerio alemán de Asuntos Exteriores presentó su nueva estrategia para el período 2024 a 2028, enfocada en la eliminación humanitaria de minas y artefactos explosivos. Alemania participa activamente en la elaboración de la agenda internacional. En 2023, el Ministerio alemán de Asuntos Exteriores respaldó proyectos nacionales y regionales en 15 países, además de diversos proyectos globales enfocados al desarrollo de capacidades y asesoramiento a organismos nacionales, elaboración de estrategias y fomento de la adopción de estándares internacionales. En 2023, Alemania reafirmó su posición como el segundo mayor donante bilateral en el mundo para la eliminación humanitaria de minas y artefactos explosivos, comprometiendo 70 millones de euros, al igual que en años anteriores. Además, Alemania presidió la Convención de Ottawa ese mismo año. 

Convención de Ottawa: Zimbabue libre de minas para 2025

Zimbabue y otros 163 países deberán estar libres de minas en 2025. Este es el objetivo de la Convención de Ottawa, un tratado que ha sido firmado por 164 países y que busca prohibir las minas antipersona. En Zimbabue, cuatro organizaciones no gubernamentales internacionales participan en el “Mine Action Program” (Programa de Acción contra las Minas) de la autoridad zimbabuense de acción contra las minas ZIMAC. Una de ellas es la NPA, la organización para la que trabaja Rosemary Chigariro. La NPA lleva limpiando Zimbabue de minas desde 2012. De acuerdo con el Mine Action Review, en 2022, más de 31.000 minas fueron destruidas en Zimbabue gracias a los esfuerzos de Rosemary y otros desminadores. 

Rosemary Chigariro trabajando en tareas de desminado
Rosemary Chigariro trabajando en tareas de desminado © 2024 Norwegian People´s Aid

“La gente que vive cerca de donde trabajamos nos agradece mucho nuestra labor”, señala Rosemary, quien lidera un equipo de diez personas en la NPA. “Una vez que las zonas están desminadas, la gente puede volver a vivir con libertad, cultivar sus campos y obtener alimentos e ingresos”, explica. A pesar del alto riesgo que implica su trabajo, esto no le impidió unirse a la NPA en 2013. “Por aquel entonces me mantenía con trabajos temporales y vi un anuncio en un cartel que indicaba que NPA buscaba personas interesadas en capacitarse como desminadores”, recuerda. Se presentó, fue invitada a entrevistas y superó varias pruebas de aptitud física. “Fui una de las mejores y enseguida me seleccionaron”, dice orgullosa. Después de formarse, formó parte del primer equipo de limpieza desplegado en el Burma Valley, en la frontera entre Zimbabue y Mozambique. “Recuerdo que fui no solo la primera mujer, sino también la más joven del equipo”, señala. 

Nuevas perspectivas tras la limpieza de minas

Tras finalizar el desminado del valle en 2015, el Ministerio de Agricultura asignó tres hectáreas de tierra desminada a los agricultores y les proporcionó apoyo económico para sus labores. Hoy en día, en la zona desminada, los niños pueden asistir a la escuela de manera segura, los pacientes y sus familias pueden dirigirse al hospital más cercano sin riesgo, y un pozo comunitario, que anteriormente estaba en un campo minado, ahora puede utilizarse sin peligro. 

Ejemplos como el del Burma Valley ilustran el profundo impacto que el trabajo de Chigariro y sus colegas tiene en la vida de las personas: además de mejorar la seguridad, este trabajo contribuye a combatir de la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria y mejorar el acceso a servicios sanitarios y educativos.

Además de la desactivación de minas, la NPA, donde trabaja Rosemary, también colabora con la autoridad zimbabuense de acción contra las minas, ZIMAC, en el desarrollo de una estrategia integral para la gestión del riesgo de contaminación residual por minas y en la creación de un centro para la notificación de casos de riesgo. Este trabajo es parte de un proyecto financiado por el Ministerio Alemán de Asuntos Exteriores. 

300 kilómetros separan a Rosemary de su marido y sus dos hijos cuando parte de nuevo para una misión de desminado de tres semanas en la frontera con Mozambique. “Al principio, a mi familia le preocupaba que pudiera ocurrirme algo. Pero mi marido también ha sido desminador y comprende muy bien los peligros”, explica Rosemary, quien tiene una visión pragmática de los riesgos asociados a su trabajo. “Si cumples todas las normas, en realidad no puede pasar nada.” Sin embargo, es consciente de que no es un trabajo como los demás. “Nuestro trabajo tiene un impacto importante para Zimbabue y su gente. Esto es algo que me hace sentir muy bien.”