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Dietrich Bonhoeffer: fe en la oposición

No se puede ser nacionalsocialista y cristiano al mismo tiempo: esta opinión determinó la vida de Dietrich Bonhoeffer. El teólogo fue asesinado por los nazis el 9 de abril de 1945.

Alois PrinzAlois Prinz, 07.04.2025
El teólogo Dietrich Bonhoeffer
El teólogo Dietrich Bonhoeffer © pa/dpa

El teólogo y militante en la resistencia Dietrich Bonhoeffer es hoy una de las figuras más importantes del siglo XX y representa sobre todo un cristianismo comprometido políticamente. Nacido el 4 de febrero de 1906 en Breslavia, creció con siete hermanos en una familia de clase media alta. Su padre, Karl Bonhoeffer, profesor de psiquiatría, fue destinado al hospital universitario Charité de Berlín en 1912 y la familia se mudó a una mansión en el lujoso barrio de Grunewald. Los Bonhoeffer no tenían mucho que ver con la Iglesia, por lo que les sorprendió que el hijo menor, Dietrich, decidiera estudiar Teología protestante cuando terminó el bachillerato. La familia esperaba que su aspiración fuera una carrera académica. Se doctoró a los 21 años y a los 24 era el docente más joven de la facultad de Teología. Más tarde se arrepintió de su excesiva ambición y creía que se había convertido en un buen teólogo, pero no en un cristiano. A este cambio contribuyó también el año que pasó en el Seminario Teológico Unión en Nueva York. Allí aprendió cómo pueden contribuir los cristianos a resolver problemas sociales como la pobreza y la injusticia.

Si es necesario, parar la rueda bloqueando los radios.
Dietrich Bonhoeffer sobre la resistencia de la Iglesia

Cuando los nacionalsocialistas tomaron el poder, Bonhoeffer no tardó en advertir de los peligros del nuevo régimen y del culto al Führer. No estaba de acuerdo con la opinión generalizada de que la Iglesia no debía inmiscuirse en política. Para él, la leyes de los nazis contra los judíos, como el “párrafo ario”, no eran compatibles con la visión bíblica de la humanidad. Y no reconocía la Iglesia del Reich instalada por el régimen nazi con su obispo Ludwig Müller. Estaba convencido de que no se podía ser nacionalsocialista y cristiano al mismo tiempo. Cuando defendió ante los párrocos berlineses que en caso necesario la Iglesia también tendría que “parar la rueda bloqueando los radios”, es decir, ofrecer resistencia política, muchos abandonaron la sala.

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Participó en la creación de la “Iglesia Confesante”

Bonhoeffer desempeñó un papel decisivo en la creación de una contraiglesia, la llamada “Iglesia Confesante”, pero criticó que esta no adoptara una postura más firme en sus declaraciones contra el “párrafo ario” y la pretensión de poder total de Hitler. Creer que la Iglesia podría mantener su independencia en el marco de un sistema totalitario le parecía una ilusión peligrosa. Cuando exigió que todos los párrocos críticos con el régimen se declararan en huelga, también quedó marginado dentro de la Iglesia Confesante. Para poner distancia, asumió la dirección de dos congregaciones en Londres. Estando allí, recibió una petición de la Iglesia Confesante para que regresara a Alemania y asumiera la dirección de un seminario de predicadores. En estos seminarios se preparaba a los futuros párrocos para su ministerio. Estaban pensados como “centros de poder” de una contraiglesia. Bonhoeffer asumió esta tarea. Su enseñanza era una mezcla de formación espiritual, conocimientos teológicos y educación política.

Rápido regreso de Nueva York

Otras leyes y decretos fueron quitando gradualmente terreno a los seminarios, hasta que finalmente solo podían mantenerse ilegalmente. El propio Bonhoeffer estaba cada vez más en el punto de mira de la Gestapo. Le prohibieron enseñar y hablar en público. Temiendo su inminente detención, sus amigos le presionaron para que se marchara a Estado Unidos. Bonhoeffer lo hizo a regañadientes. Solo unas pocas semanas después, en julio de 1939, regresaba de Nueva York a la Alemania nazi. Pensaba que no tenía derecho a participar en la reconstrucción de Alemania si no compartía la difícil situación del pueblo alemán.

Por medio de su cuñado, Hans von Dohnanyi, se enteró de los planes para matar a Hitler y se unió al grupo de resistencia liderado por el teniente general Hans Oster. Usaría sus contactos en el extranjero para averiguar la actitud de los políticos, sobre todo en Inglaterra, en caso de que Hitler fuera destituido y triunfara un golpe de Estado. Fue en esa época cuando Bonhoeffer conoció a Maria von Wedemeyer, de 18 años. Se comprometieron en secreto. Pero el 5 de abril de 1943 Bonhoeffer fue detenido y llevado a la prisión de Berlín-Tegel. Las pruebas contra él eran escasas y había esperanzas de que lo pusieran en libertad. Tras el fallido intento de asesinato de Hitler por parte del grupo liderado por Claus Schenk Graf von Stauffenberg, se descubrió su implicación en el complot para derrocar a Hitler. 

Muerte en el campo de concentración de Flossenbürg

Tras los intensos bombardeos aéreos sobre Berlín, Bonhoeffer fue trasladado primero a los sótanos de la prisión de la Gestapo en la Prinz-Albrecht-Straße, después lo llevaron al campo de concentración de Buchenwald y, tras una breve estancia con otros prisioneros en una Alemania que se hundía, fue transportado por todo el sur de Alemania hasta que el grupo fue alojado provisionalmente en una escuela de Schönberg, en el bosque bávaro. La mañana siguiente fueron a recogerlo y lo llevaron al campo de concentración de Flossenbürg. Fue interrogado durante la noche, un “consejo de guerra” lo condenó a muerte y fue asesinado la madrugada del 9 de abril de 1945.

Placa conmemorativa en el antiguo campo de concentración de Flossenbürg
Placa conmemorativa en el antiguo campo de concentración de Flossenbürg © pa/dpa

Su familia y su prometida, Maria von Wedemeyer, no supieron de la muerte de Dietrich Bonhoeffer hasta finales de julio. Resultó que su hermano Klaus y sus cuñados, Hans von Dohnanyi y Rüdiger Schleicher, también habían sido fusilados o ahorcados. Más recientemente, círculos de la derecha religiosa y política han intentado apropiarse de la figura Bonhoeffer para sus propios fines. Una mirada a su vida y a sus escritos muestra claramente que tales reinterpretaciones pervierten todo aquello por lo que vivió y luchó este teólogo.

Alois Prinz

publicó en 2020 una biografía de Dietrich Bonhoeffer: “Dietrich Bonhoeffer. Sei frei und handle!” (en español: Dietrich Bonhoeffer. ¡Sé libre y actúa!).

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