"La base de todo lo que vino después"

Señora Wichmann, ¿qué papel desempeñaron las Madres de la Ley Fundamental, las cuatro mujeres que ayudaron a redactarla, en favor de la igualdad de derechos en Alemania?

Fueron calve, en particular Elisabeth Selbert. Sin ella no existiría el apartado 2 del artículo 3 de la Ley Fundamental: "Los hombres y las mujeres tienen los mismos derechos." Esta frase es la base para todos los demás pasos que aún estaban por venir.

¿Qué tenían en común las madres de la " Ley Fundamental"?

El mero hecho de que fueran sólo cuatro mujeres entre los 65 miembros del Consejo Parlamentario era en sí mismo algo que las unía. Además, las cuatro ya se mostraron muy activas políticamente durante la República de Weimar, Helene Weber incluso como miembro de la Asamblea Nacional de Weimar. Los cuatro padecieron bajo el régimen nazi, tres de ellas perdieron su empleo, sólo Elisabeth Selbert pudo seguir ejerciendo como abogada.

¿Hubo también algún factor de división?

Sí. Helene Weber y Helene Wessel eran políticas de clase media, conservadoras y católicas, y así se veían a sí mismas. En cambio, Friederike Nadig y Elisabeth Selbert eran socialdemócratas. Se ocuparon de temas distintos y lucharon por causas diferentes. Helene Wessel y Helene Weber, por ejemplo, estaban comprometidas con la protección de la maternidad. Helene Weber y Friederike Nadig constituyeron una alianza por la igualdad salarial, que por desgracia no tuvo éxito. Friederike Nadig luchó por los derechos de los hijos ilegítimos. Fue Elisabeth Selbert quien impulsó sobre todo la campaña en favor de la igualdad de derechos. Es a la que más atención he dedicado en mi libro.

¿De dónde sacó Elisabeth Selbert la fuerza necesaria para aferrarse a su causa, a pesar de la gran resistencia existente?

Ella misma lo dijo: "Tuve un poco de poder y lo aproveché al máximo". También habló de una "palanca de cambio" que tenía en sus manos. Creo que el hecho de ser consciente de que podía cambiar las cosas le dio mucha fuerza.

¿Cómo cree que valoraría Elisabeth Selbert el estado actual de la igualdad de derechos en Alemania, 75 años después de la entrada en vigor de la Ley Fundamental?

Esto es, por supuesto, mera especulación. Yo creo que pensaría lo siguiente: por un lado, estaría entusiasmada con muchos de los avances. Cuando Elisabeth Selbert nació, a las mujeres aún no se les permitía estudiar, y cuando era joven, tampoco se les permitía votar. Cuando finalmente fue a la universidad, entre los 350 estudiantes de derecho solo había cuatro mujeres, y ella fue una de ellas. Cuando fue elegida diputada al parlamento por el estado de Hesse, la participación femenina en el mismo apenas alcanzaba el 6,7%. Hoy, esa cifra es del 31%, similar a la del Bundestag. Son muchas las cosas que han cambiado.

¿Criticaría algo?

Yo creo que sí, probablemente estaría decepcionada por algunas cosas. Un 31% de diputadas no es precisamente un 50%. Existe una cita suya de los años 70 en la que insta a las mujeres a aprovechar de verdad sus nuevas oportunidades. Decía que tienen todos los derechos, que tienen que reivindicarse y formar parte del parlamento.

¿Le ha cambiado el libro su propia percepción sobre la igualdad de derechos en Alemania?

Por supuesto, estoy totalmente agradecida por lo que mujeres como Elisabeth Selbert han conseguido para nosotros. A diferencia de mi madre, mis abuelas y mis bisabuelas, yo dispongo de oportunidades y posibilidades completamente diferentes. A pesar de todo: cuando miro a mi alrededor, casi todas las madres trabajan a tiempo parcial, yo incluida. Así que aún queda mucho por hacer.

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Deike Wichmann, nacida en 1979, vive con su familia cerca de Fráncfort del Meno. Su novela "Die Unbeirrbaren" (Las inquebrantables) hilvana la historia de las madres de la Ley Fundamental con un relato ficticio sobre una joven que trabaja como secretaria para el Consejo Parlamentario, donde conoce a Elisabeth Selbert.