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Un canto a la libertad

Aleksandra Pawłowska está comprometida en el intercambio de alemanes y polacos.

11.06.2014
© Stephan Pramme - Aleksandra Pawlowska

Los alemanes saben poco sobre Polonia. Nuestra larga costa del Mar Báltico, por ejemplo, es desconocida para muchos. Algunos alemanes ni siquiera saben que Polonia es un país limítrofe. Es lo que constato 
frecuentemente desde que trabajo en el Programa polaco-alemán de intercambio de 
jóvenes (DPJW, en sus siglas en alemán). A los alemanes que pasan por aquí intento convencerles que no estamos tan separados 
como parece.

Históricamente hay vínculos importantes, especialmente en relación con la caída del Muro. Con la huelga del sindicato polaco Solidaridad comenzó en 1980 el movimiento por la libertad. Hoy muy pocas personas de mi edad saben esto. Para nosotros, los jóvenes, la vida en libertad es algo natural. Pocos se dan cuenta de que nuestros padres han luchado mucho para conseguirla. Antes de trabajar en el DPJW, poco me interesaba la caída del Muro. En nuestra familia rara vez se hablaba de esos acontecimientos, a pesar de que mi abuelo, un obrero de fábrica, había vivido muy de cerca la huelga. Solo ahora 
hablo con mi familia al respecto y me voy enterando cada vez más de lo que pasó. Es ésta la parte de la historia que quiero transmitir aún más a la gente joven. Junto con mi colega Helena Bernhardt, que presta su servicio 
voluntario en la oficina de Varsovia de DPJW, organizamos un intercambio especial de jóvenes en torno a la caída del Muro: doce jóvenes de Alemania y Polonia participan en un taller de varios días en Gdańsk, se informan sobre la historia común e intercambian ideas sobre su concepto de la libertad. Y no es una coincidencia que nos reunamos en Gdańsk. En esa ciudad, Lech Wałęsa firmó el “Acuerdo de Gdańsk” y fundó el sindicato Solidaridad.

Los resultados del taller los hemos reflejado en una canción rap. De esta manera, se combinan la historia y la música. Helena y yo creemos que los acontecimientos de 1989, y nuestra relación con ellos, quedan así mejor marcados en la memoria. Creemos que esto es lo mejor que podemos hacer por los jóvenes de hoy.” ■

ALEKSANDRA PAWLOWSKA //

PUENTE DE GLIENICKE

Aleksandra tiene 23 años y es originaria de Varsovia, capital de Polonia. En la foto se ve a Aleksandra delante del puente Glienicke, que une Berlín 
y Potsdam. Durante la Guerra Fría, el puente era la frontera entre el Este y el Oeste y fue utilizado por soviéticos y estadounidenses para intercambiar agentes. Aleksandra está prestando su servicio voluntario en la oficina de Potsdam del Programa polaco-alemán de intercambio de jóvenes (DPJW, en sus siglas en alemán). La organización, fundada en 1991, reúne a jóvenes de Alemania y Polonia en proyectos, talleres y prácticas de deporte. Además de la oficina en Potsdam, hay otra sede en Varsovia.

Protocolo: Clara Görtz, Helen Sibum, Foto: Stephan Pramme