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Populistas a la caza de votos

También en Alemania los populistas están haciendo oír su voz. ¿Cómo operan y qué significan para la democracia? Un politólogo responde.

Thomas Noetzel, 01.11.2019
Populismus in Deutschland
© dpa

Tampoco Alemania se ha librado del crecimiento de los movimientos y partidos populistas que se vienen observando en todo el mundo. Los populistas abordan temas que son percibidos como problemas acuciantes por amplios segmentos de la población. Atribuyen las causas de estos problemas al fracaso de las élites políticas y sociales. En Alemania, el surgimiento de un partido populista de derecha, la llamada Alternativa para Alemania (AfD, en sus siglas en alemán), que ya está representado en todos los parlamentos de los Estados federados y en el Bundestag, se asoció inicialmente con críticas a la participación de Alemania en la zona euro. Desde la afluencia de refugiados de Oriente Próximo y Medio, la política migratoria ha sido el tema populista dominante.

En Internet surgen cámaras de resonancia en las que el usuario confirma su propia opinión.
El politólogo Thomas Noetzel

La política populista siempre tiene una agenda proteccionista social. Se trata de rechazar las pretensiones económicas y sociopolíticas de migrantes. Pero la inmigración también está asociada a conflictos culturales. La protección de la propia identidad colectiva se traslada al centro del debate, con posiciones populistas de derecha que lamentan la pérdida de una identidad "occidental" y "alemana".

Pero el populismo no solo representa un contenido específico, sino también un cambio en la forma del debate político. Forma parte del discurso populista su articulación sobre todo en los llamados medios sociales como Facebook y Twitter. La AfD es el partido alemán con mayor y más densa presencia en Internet. Esto crea cámaras de resonancia en las que el usuario solo confirma la propia opinión. El anonimato de la comunicación por Internet también conduce a una descarga lingüística de agresión que el discurso político en esta magnitud nunca antes había conocido.

El populismo va de la mano de una crítica radical de la democracia.
El politólogo Thomas Noetzel

En la percepción de los populistas, las élites políticas y sociales promueven desarrollos que se consideran amenazantes y al mismo tiempo evitan que se les critique en los medios de comunicación tradicionales. Por todo esto, los populistas demandan que estas élites sean expulsadas del centro del sistema político, de los medios de comunicación, de los parlamentos y de los gobiernos. A cambio, un "pueblo" étnicamente homogéneo debería ejercer directamente el poder. Así pues, el populismo va de la mano de una crítica radical de la democracia y del sistema parlamentario representativo. Los populistas exigen un cambio integral del sistema y así se abren en su margen derecho a los representantes de las ideologías de extrema derecha que recogen ciertos elementos del fascismo y nacionalsocialismo alemán de las décadas de 1930 y 1940.

El profesor Dr. Thomas Noetzel es docente de teoría política e historia de las ideas en la Universidad de Marburg.

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